Inteligencia Emocional en la Movilización Internacional Corporativa

Todo proceso migratorio, es una aventura que se embarca por un camino que trae consigo intrínsecamente un cúmulo de procesos logísticos, formales y emocionales, desarrollándose de forma sinérgica y dinámica, devengando matices de experiencias positivas y negativas, determinando o marcando indefectiblemente la vida de quienes lo transitan – proceso que indistintamente sea su naturaleza (razones forzosas, humanitarias, climáticas o expatriación corporativa, entre otras); tienen en común, no sólo el “movimiento” sino también, aquellos elementos que van floreciendo, y que sin la debida atención, pueden llegar a ser profundamente determinante en las personas, haciendo especial mención en su salud mental y física, como en el ámbito profesional, significativo impacto en el negocio y ejecución de las tareas a desarrollar.

Esto es lo que muchos llaman, el ámbito “subjetivo” de la expatriación, aquello que todos sabemos y transitamos, pero que pocos se ocupan de atender directamente, debido a que el movimiento al ser realizado por personas, y encontrar distintos aspectos de la vida cotidiana y profesional, generan emociones que no todos están preparados a experimentar, mucho más por el dinamismo o forma de caminar el trayecto del movimiento internacional.

Para ello, surge obligatoriamente el término de la “inteligencia emocional” entendida ésta, como la capacidad de identificar, reconocer y atender sentimientos propios y ajenos en determinadas circunstancias y así sobrellevar y mantener la motivación, estabilidad individual y manejar adecuadamente las relaciones interpersonales.

No es casualidad, que la empresa de animación Pixar, en su película “Intensamente” (Inside Out), principalmente dirigida para niños y niñas, pero que en lo personal toca temas profundo llevados de forma muy carismática, didáctica e inteligente, tenga como raíz, punto de iniciación o detonante, la mudanza de la familia, generando así un conjunto de desequilibrio o de dinamismo en los catalizadores de emociones de la protagonista, devengan de esta forma el impacto, no solo para quienes por trabajo se radican en un lugar distinto, sino también el impacto que puede influir en el núcleo familiar, y como pueden ser llevados individualmente.

Expuesto brevemente algunos puntos base sobre la expatriación y la inteligencia emocional, es menester determinar algunos de los factores y/o emociones que presentan gran impacto en la movilización internacional, como lo pueden ser:

-         Aspectos Físicos (somatización, cambios productos de un nuevo clima)

-         Expectativas planteadas (idealización exagerada o minimización de los impactos).

-         Manejo de la Frustración (cambios en el movimiento, influencia de aspectos legales, entre otros).

-         Apego a la Cultura de Origen.

-         Aculturación.

Estos factores, entra tantos, son lo más determinantes, ya que son los primeros a los cuales desde la perspectiva del Global Mobility, se deben tener presente en la movilización internacional, antes, durante y después, ya que no sólo requiere el soporte técnico, sino también entender empáticamente al expatriado su estatus en cada momento, para poder determinar su grado de inteligencia emocional, y de ser necesario reforzarla, previniendo de esta forma aspectos negativos que pueda somatizar la persona, como padecer del síndrome de Ulises por ejemplo o inclusive, el mismo negocio a emprender en el nuevo destino.

Anudado a esto, vemos como en distintas ocasiones, particularmente desde la perspectiva del expatriado (considerándola hipotéticamente exitosa en el desempeño de sus funciones), muchas veces al no tener la suficiente inteligencia emocional, y asumir una expatriación, puede verse afectada no sólo su desarrollo personal y profesional, sino también el desempeño del negocio, y el impacto en sus compañeros, ya que un buen líder, debe ver más allá de sus circunstancias, y saber sobrellevar, el entorno familiar, el cambio cultural y comprender la idiosincrasia de las personas de destino, para así ser conscientes de sus virtudes y debilidades, y poder adaptarlas a su nuevo entorno, con el fin de promover el mayor potencial de las asignaciones pretendidas – como podríamos aplicar y comparar metafóricamente con la teoría de la evolución de Charles Darwin, considerando la misma tendencia “en la adaptación” al nuevo entorno, pero desde una perspectiva enfocada a la razón y no la anatomía o cambio físico concretamente.

Es por ello, que al entrar en el mundo del Global Mobility, todos los que nos dedicamos al soporte, estudio y solución de necesidades de expatriación internacional e inmigración, tenemos como punto cardinal, establecer la suficiente inteligencia emocional ante toda situación; para de esta forma poder proveer o conllevar las reacciones del expatriado en determinadas situaciones (indistintamente de los rasgos de personalidad) - esto, en otras palabras podemos decir, que al presentarse un escenarios de movilización internacional, y tener conocimiento del dinamismo que conllevará, debemos actuar estratégicamente en función al foco objetivo del movimiento internacional, teniendo no solo los desafíos de atención a elementos “rígidos”, como lo son obtención de visado, visualización de la tributación correcta, servicios de destino, mudanza, “duty of care” y correcta radicación, sino también, poder preparar emocionalmente al expatriado y su familia, para transitar por un proceso, que dependiendo del mismo, pueda ser positivo o lo menos traumático posible.

Ahora, de acuerdo a lo antes expuesto, y atendiendo brevemente a la importancia de la inteligencia emocional en las movilizaciones internacionales, podemos establecer como conclusión en primera instancia, que la misma es fundamental tanto para el expatriado, como para el profesional que presta el soporte en el proceso; asimismo, ser consciente de ellas, nos lleva a herramientas superiores para poder encaminar y depurar traumas en el tránsito del proceso migratorio, y de esta forma promover procesos limpios y satisfactorios, cumpliendo el objetivo principal, el cual es establecer una expatriación positiva, tanto para el expatriado y su familia, como para la empresa y su negocio.