Interoperabilidad en redes de recarga
EVBox Troniq Modular

Interoperabilidad en redes de recarga

Imagina no poder usar tu tarjeta de crédito o débito para sacar dinero de cualquier cajero automático, o incluso no poder usar tu teléfono móvil si no estás en una zona donde haya una antena de tu operadora. Aunque parece que estas son cosas del pasado, ¿por qué sigue habiendo dudas cuando se trata de la red de recarga de vehículos eléctricos (VE)?

Actualmente en Europa hay +2 000 000 conductores de VE que, en muchas ocasiones bien por la falta de aparcamiento en casa o por querer recorrer largas distancias, necesitan utilizar alguno de los +225 000 puntos de carga públicos que hay divididos en +900 redes de recarga distintas.

Situación actual de la carga pública

Centrándonos en España, si los +140 000 conductores quisieran poder utilizar cualquiera de los +8 000 puntos de carga públicos deberían ser usuarios de +30 redes distintas, lo que implicaría que tuvieran una tarjeta y/o una app por cada una de ellas.

La interoperabilidad permite cargar en cualquier lugar

Hoy en día estamos más que acostumbrados a usar nuestros teléfonos móviles y nuestras tarjetas bancarias donde quiera que vayamos, por lo que parece lógico que como actuales o futuros conductores de VE podamos también recargar en cualquier lugar sin necesidad de llevar encima todas esas tarjetas o apps.

La solución está en la interoperabilidad que, al igual que la itinerancia en telefonía móvil, permite que los proveedores de servicios (en este caso de recarga) se comprometan a abrir su red a los clientes de los demás. Es decir, facilita enormemente el proceso de recarga y lo centra totalmente en el conductor, permitiéndole utilizar cualquier punto de carga público independientemente de si pertenece o no a la red de su proveedor.

Por ese motivo, la interoperabilidad es clave a la hora de impulsar la adopción de la movilidad eléctrica. Pero además, beneficia a todos los integrantes del ecosistema de recarga: a los conductores por la facilidad de acceso a un mayor número de estaciones, a los proveedores de servicios (MSP) para ofrecer a sus usuarios más opciones de carga, y a los operadores de puntos de carga (CPO) para permitir que los propietarios de estaciones atraigan a más conductores y puedan así rentabilizar antes su inversión en infraestructura.

El ecosistema de la recarga pública

La interoperabilidad puede ser directa entre el MSP y el CPO, o puede hacerse mediante una plataforma. En cualquier caso, la interoperabilidad se basa en el intercambio de datos para garantizar que el servicio de recarga proporciona información precisa tanto a conductores, que necesitan saber dónde cargar y a qué precio, como a los partners de interoperabilidad (MSP y CPO), quienes utilizan los datos para poder facturar las transacciones en base a los Registros de Detalles de Carga (CDR).

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EVBox tiene un fuerte compromiso con el uso de estándares abiertos para llegar a todas partes proporcionando la máxima flexibilidad, simplicidad y seguridad. Por ello, para permitir las conexiones con otros proveedores de servicios de movilidad utiliza el estándar OCPI, que es el protocolo de interoperabilidad más utilizado en movilidad eléctrica.

¿Y por qué no olvidarnos de todo esto e incorporar un lector de tarjetas de crédito como sucede en las máquinas de refrescos o los quioscos de autoservicio? La tarjeta de crédito es una oopción totalmente válida, pero las apps y la interoperabilidad son una necesidad.

El proceso de carga de un VE es totalmente distinto que el de un vehículo de combustión. Por un lado porque es un proceso más largo, pero también porque requiere de planificación. Y esto se debe a que con la movilidad eléctrica no estamos limitados a repostar en una gasolinera, sino que podemos elegir hacerlo en centros comerciales, restaurantes y hoteles, o incluso en la vía pública. Pero la única fuente de información que tenemos para buscar esos puntos es Internet. Concretamente, a través de apps como EVBox Charge que proporcionan mapas a los conductores para guiarles hasta el punto de carga público que necesiten, en base a su recorrido, precio, potencia o conector.

Para estos conductores el uso de apps no es nada nuevo, ya que habitualmente los fabricantes de VE les permiten monitorizar en tiempo real y desde cualquier lugar, parámetros como el estado de la batería (%) o la autonomía (km). Y es que la ventaja de utilizar este tipo de interfaz es la posibilidad de tener una mayor interacción, flexibilidad, e incluso transparencia con el usuario final.

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Si en otros sectores como la movilidad compartida o los servicios de VTC ya realizamos el pago cómodamente desde nuestros dispositivos móviles, ¿por qué seguimos comparando la infraestructura de recarga con las máquinas de refrescos y no asumimos que son clave en esta nueva era de movilidad conectada y sostenible?

Borja Moreno Candau

⚡️Shaping the future of eMobility technology

3 años

Que bueno Noemí Valero 👍

Muy interesante articulo Noemí Valero. Está muy claro que la interoperabilidad, junto al Plug&Charge, es el camino. Pero a la vez creo que no debemos olvidarnos del presente, y si pretendemos convencer a un publico amplio, hay que prever alternativas "low-tech". No todos los públicos están tan dispuestos a usar aplicaciones móviles, aunque se reduzca el numero de aplicaciones necesarias. El pago con tarjeta es una solución muy valida y por desgracia poco difundida en el sector.

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