Israel: ¿Realmente Eficiente en la Crisis Hídrica?

La famosa cita de Platón, "La necesidad es la madre de la invención", parece encajar perfectamente con la experiencia de Israel en la gestión de la escasez de agua. Desde su establecimiento en 1948, este país ha enfrentado la ardua tarea de satisfacer las necesidades crecientes de agua en un entorno donde más del 60% de su tierra es árida y las precipitaciones son escasas e inestables.

Para hacer frente a esta situación, Israel ha implementado una estrategia nacional de agua que ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a los desafíos y oportunidades que ha enfrentado. Actualmente, esta estrategia se basa en cuatro pilares fundamentales que incluyen:

1.- La reducción del consumo

2.- La reutilización del agua

3.- El aumento de la producción de agua

4.- La valoración real del recurso hídrico

La reducción del consumo ha sido abordada a través de campañas educativas ciudadanas y la adopción masiva del riego por goteo, lo que ha generado ahorros significativos en el sector agrícola, que históricamente consumía el 80% del agua nacional. Por otro lado, la reutilización del agua ha sido un éxito notable, tratando y reutilizando el 90% de las aguas residuales, principalmente en la agricultura, posicionando a Israel como líder mundial en el uso de agua reciclada.

Ante el crecimiento poblacional y la sequía, el país ha optado por reducir su dependencia de los recursos hídricos naturales mediante la desalinización, proporcionando ahora más del 70% del agua potable a través de esta técnica y convirtiéndose en un exportador de agua a países vecinos. Además, la valoración real del agua ha sido un cambio importante que ha impulsado la innovación en la gestión del servicio y la infraestructura.

Este enfoque innovador en el área de agua y saneamiento ha generado un creciente interés global en la tecnología israelí. Empresas del país han exportado sus soluciones y experiencia al mundo gracias a su éxito local. La combinación de una gobernanza avanzada y mecanismos de apoyo al desarrollo tecnológico ha llevado a la creación de un ecosistema vibrante de empresas tecnológicas que lideran en áreas como la desalinización, el monitoreo del riego y la seguridad cibernética del agua.

Sin embargo, aunque el enfoque de Israel ha sido efectivo en gran medida, también enfrenta desafíos, como la necesidad de seguir mejorando la eficiencia y la sostenibilidad a largo plazo. Además, su modelo de gestión y tarifas de agua ha sido objeto de debate, ya que algunos lo ven como un éxito, mientras que otros cuestionan su impacto en la equidad y la accesibilidad.

La experiencia de Israel en la crisis hídrica muestra que la innovación y la voluntad política son fundamentales para enfrentar desafíos significativos. A través de una estrategia multifacética y la promoción de tecnologías avanzadas, Israel ha logrado resultados impresionantes en la gestión del agua. Sin embargo, también es importante evaluar críticamente su modelo y aprender de su experiencia para aplicar las lecciones aprendidas en otros contextos.