Jesús está vivo.
Y después de muerto se les presentó en persona, dándoles así claras pruebas de que estaba vivo. Durante cuarenta días se dejó ver de ellos y les estuvo hablando del reino de Dios. Hechos 1.3.
El Señor dejó claras pruebas físicamente de que estaba vivo a muchas personas de su tiempo. Y ahora ¿cómo ver dichas pruebas si no lo podemos hacer físicamente¿ Esperen, la clave está en la ascensión del Señor. Antes de irse al cielo prometió que recibiríamos poder cuando viniera el Espíritu Santo sobre nosotros. ¡Claro¡ ÉL se dejará ver de nosotros ahora en nuestro espíritu a través de su Espíritu ¿No lo cree? Bueno, no lo va a encontrar en una estatua o en una figura de madera, que físicamente pueda ver, se lo aseguro, pues ÉL es Espíritu y envió a su Hijo físicamente como hombre para que pudiéramos creer y entender y relacionarnos personalmente con ÉL.
Bueno de todas formas unos ángeles del cielo (que también son espíritus) nos confirman que está vivo y que lo veremos pronto: “Este mismo Jesús que estuvo entre ustedes y que ha sido llevado al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse allá”. Hechos 1.11. ¡AMÉN¡