Jesús fue el elegido. Gracias, Linkedin. Un caso de éxito
Una gran corporación pública industrial cliente, de Barcelona, hace ya unas semanas, nos contrató para iniciar un proceso de selección de un Responsable de Mantenimiento Electromecánico Turno de Noche para una de sus factorías.
Valoramos ya, desde el primer minuto, que el encargo no sería en absoluto nada fácil de concluir con éxito. Nuestra política siempre ha sido, y será, de conducir los procesos mediante el reclutamiento activo y no la selección pasiva pero en esta ocasión valoramos la posibilidad de publicar la oferta en un portal de empleo generalista pues, para estos profesionales, no existe un portal específico, al menos de renombre y prestigio, conocido por la amplia mayoría de la población.
En un principio iniciamos el reclutamiento inspeccionando en nuestra base de datos, contactamos con los servicios de empleo mancomunados, del ayuntamiento, publicamos la oferta en un metabuscador, y nada. El turno de noche no es precisamente un atractivo. El salario no era excepcional pero si más que correcto. Se trataba de un contrato indefinido en una empresa pública, con las consecuentes ventajas personales y profesionales que conlleva.
Llevamos a cabo una ardua batida en Linkedin sin éxito. Sabíamos que la partida sería difícil de ganar… Ante nuestra desazón, nos decidimos a publicar la oferta en un portal de empleo de sobras conocido. No teníamos en absoluto la confianza de llegar al éxito mediante esta acción. Tal como suponíamos, por alguna experiencia anterior, los perfiles que arribaron poco se acercaban a lo demandado en la descripción de puestos publicada. Un clásico… No queríamos ni perder la batalla ni dejar de satisfacer el encargo de nuestro cliente. Ante tal reto, nos decidimos a apostar una última carta a…: ¡Linkedin!
En esta ocasión, en nuestro Premium Recruiter, introducimos nuevas palabras clave. La fortuna apareció en nuestras pantallas merced a la construcción eficaz del perfil de nuestro candidato. De los contactos realizados, y con los cuales interactuamos, apareció Jesús (es su nombre de pila real, no es broma). Desde el primer momento aceptó, de muy buen grado, establecer una interlocución para profundizar en el contenido de la oferta. Cuando contactamos con un posible aspirante, si éste muestra un interés palpable, se le ofrece toda la información que solicita, la mayoría de la cual, excepto el nombre de la empresa, siempre figura publicada en nuestro portal web. Éste, y su web, se le proporciona en la primera entrevista verbal que mantenemos con el candidato. Jesús aceptó todos los condicionantes ofrecidos y la Dirección, tras su evaluación, se mostró más que satisfecha con su perfil. Un gran candidato y persona, por lo que hemos conocido.
Sin Linkedin, estamos seguros que no hubiésemos podido concluir esta selección exitosamente. Jesús no buscaba empleo pero ante la dimensión y alcance del proyecto, decidió desvincularse de su empresa, una gran multinacional norteamericana.
Jesús fue el elegido. Gracias, Linkedin.