¡Juegos de Mesa a lo grande!
En el ámbito de la enseñanza de lenguas extranjeras la idea de utilizar juegos de mesa para trabajar contenidos y generar situaciones comunicativas no es una estrategia novedosa. De hecho, la llevo poniendo en práctica desde mi primer año de docencia y de ella nos hablaron en las asignaturas de didáctica en la carrera de magisterio. Dicho esto, utilizar juegos para trabajar contenidos del currículum está en auge y cada vez más se habla de lo que ahora se conoce como Aprendizaje Basado en Juegos (ABJ). He de decir que me alegro muchísimo de esto dato ya que creo mucho en su potencial. Ofrecen muchos beneficios al proceso de aprendizaje como generar una atmósfera lúdica y situaciones comunicativas auténticas además de desarrollar habilidades sociales y cognitivas como la planificación, la toma de decisiones, la flexibilidad cognitiva, la tolerancia a la frustración y diferentes procesos atencionales. Sin embargo este no es un artículo para profundizar en estos aspectos sino para descubrir una manera distinta para introducir los juegos de mesa en las aulas que, además de lo anterior mencionado, aporta otra serie de beneficios. De todas maneras, si os interesa más acerca de los beneficios del uso de juegos de mesa en las aulas, recomiendo leer el trabajo Juega y Crece en el que trabajó, entre otras personas, compañera y amiga Nuria Guzmán, una apasionada de este tema.
Una de las dificultades que con frecuencia encontraba a la hora de diseñar actividades de aula utilizando juegos de mesa eran los materiales. Para que puedan jugar todos los alumnos (de unos 22 alumnos si hay suerte hasta 28 e incluso 30 por aula) se necesita muchos ejemplares de los mismos juegos. La mayoría de los juegos permiten a 3-6 jugadores jugar a la vez (sobre todo 4 jugadores) e incluso hay juegos que permite hasta 8 y 10. Aun así, en condiciones reales de aula, se necesitaría mínimo 3 ejemplares y puede que 4, 5 o 6 de cada juego para que todos los alumnos jueguen cómodamente. Dependiendo de los espacios, de la inmobiliaria y otras cuestiones, resulta costoso proporcionar partidas cómodas a los alumnos. Mi lucha con este tema ha sido la causa principal de los materiales que voy a compartir.
El proyector, la gran pantalla, el cine. Esa sala en la que puede disfruta tantísima gente a la vez de la misma cosa. Eso es lo que he fusionado con los juegos de mesa. En mis andaduras por el mar de las herramientas digitales encontré un uso de las presentaciones (tipo powerpoint) que permite jugar partidas de diferentes juegos de mesa siendo proyectadas. Esta idea la debo a mi amigo Daniel Martín quien nos enseño a mi y a unas compaéras cómo usar el juego “Galletas” proyectándolo. Le vi tanto potencial en este planteamiento que desde entonces ha volado mi imaginación y he descubierto que en verdad se puede crear versiones para proyectar de muchos juegos distintos. Los más fáciles siempre serán de cartas y de dados, pero hay margen para otros muchos.
Siendo proyectado el juego, permite que todos los alumnos puedan jugar a la vez. Se puede ponerles en grupo, jugar de manera individual o incluso jugar como clase entera. Si hay que coger o colocar algo, como es el caso de “Galletas” o “Speed Cups” se puede colocar el aula para que los alumnos pueden moverse libremente. Incluso en estas últimas situaciones se puede hacer por carreras de relevo. El caso es que siendo proyectado, pueden jugar todos. Lo he dicho ya varias veces, lo sé, pero para un profesor esto trae muchos beneficios a su trabajo. Además, una vez hecha la presentación base, se pueden ampliar con más partidas o variaciones. Se puede involucrar al alumnado para modificarlo y meter adaptaciones. Como es un recurso digital, se puede hacer copias, probar cosas nuevas, cambiar el diseño, los colores, los dibujos y siempre tendrás el material guardado. Material que no se estropea y que es accesible siempre cuando haya ordenador, proyector y por supuesto electricidad.
Jugando en gran grupo cambia por completo el ambiente del juego. Se convierte más en actividades tipo campamento pero que sirven para activar al alumnado y despertarles. Si además adaptamos el contenido de los juegos a alguna asignatura específica puede ser una manera de acercar al alumnado a ese contenido curricular al principio de una unidad, proyecto, tema o como se trabaje. Utilizado bien, poco, así muy de vez en cuando para romper con la rutina, puede potenciar el proceso de aprendizaje. ¡Literalmente podemos “jugar con el currículum”! Os invito a todos haceos copias de los juegos que hemos generado ya y estar pendientes de los juegos que añadiremos a la colección. Os dejo este video explicativo acerca de cómo funcionan los juegos ya generados y cómo se pueden enfocar el las aulas y ahora, ¡a jugar!
Contracts and Business Development Chief
5 añosTodavía te recuerdo recurriendo a las cajas de pizza para “elaborar” tu primer Catán. Siempre innovando. Eres un crack.