Justicia Social y democratización de la comunicación digital.

Por un momento el pasado miércoles las y los modelos *wannabe* de Instagram pensaron que el mundo se acababa. La red de aplicaciones de Facebook, colapsó dejando a la población mundial -en su mayoría millenials- sin sus fuentes de gratificación instantánea principales. Desarmados, algunos acudieron al vecino hipster, de izquierda y anti-mainstream como Telegram o Twitter. Por un pequeño momento, los negocios y marcas personales tuvieron que recurrir a alternativas a las redes populares para mantenerse relevantes. Pareciera difícil de asimilar, pero la comunidad digital está centralizada en un gran gigante y esto trae muchos problemas. 

De monopolios, silos y otras centrales digitales.

El internet aún se parece más a la época colonial que a la época moderna. Es un lugar hostil y sin reglas disfrazado con un paisaje impresionista. Un par de gigantes controlan el flujo del tráfico y la publicidad digital. Estos a su vez generan productos, algunos gratuitos otros pagos, que generan una gran cantidad de data. Y cuando me refiero a una gran cantidad, es inimaginable. Entonces ¿Cómo es posible que los mayores controladores del tráfico y la publicidad digital también tengan las mareas más grandes de data personal de la historia? ¿Por qué yo no puedo venderles mi data? ¿Qué pasaría si todo lo que está público es usado en mi contra? ¿Qué pasa si yo no quiero ser influenciado? Recordemos el caos de Cambridge Analytica.

La nueva visión de Facebook

En estos días nuestro querido amigo Mark Zuckerberg anunció unos cambios para la visión de Facebook en los próximos años, tratando de reparar el daño causado por el caso CA. Mi asombro al leer la noticia no fue pequeño. La compañía que quería "hacer el mundo más abierto y conectado" ahora decía que el futuro se iba a ir construyendo sobre servicios privados y encriptados. Esta último, aunque suene raro y confuso, es la pista más clara de hacia donde se dirige el internet y las redes sociales. Agárrense que aquí el viaje se pone interesante.

De donde venimos

La aparición de las redes sociales no fue de la noche a la mañana. Livejournal, Friendster, Fotolog, LinkedIn o MySpace fueron algunas de las primeras, allá por los principios del 2000. Con Facebook y Twitter se terminó de asentar el concepto y dio pie a la verdadera democratización y revolución de la comunicación social. Cualquier persona podía expresarse en un medio "propio" y generar una comunidad a su alrededor. Esta expresión personal trajo consigo un arma de doble filo: ceder data pública a cambio del uso del servicio gratuitamente. Las redes entonces usan esta data para mejorar la segmentación publicitaria de los anunciantes, o por lo menos eso creíamos. Con el caso CA este panorama cambió y mostró un lado bien oscuro de la data que cedemos a las redes sociales. Esto necesita un cambio, profundo y democrático.

En el 2008, de la nada, sin esperarlo y en un ambiente misterioso surgió una propuesta para un sistema de intercambio económico digital que vuelve obsoleto el papel moneda o FIAT money, se llamó Bitcoin. El ensayo con la propuesta o Whitepaper, proponía una tecnología de encriptación totalmente nueva basada en cadenas de bloques o -Blockchain-. Esta nueva tecnología crea un libro contable global, único, encriptado y no reversible que va anotando todas las transacciones de la red y a su vez, se replica en todas las computadoras que sirven de nodos (o conexiones) en el mundo. Es decir, el sistema crea una copia de si mismo en TODAS las computadoras del mundo usando Bitcoin. Esto forma un sistema descentralizado y encriptado donde el usuario tiene el poder y control sobre su información, o en este caso sus transacciones.

El surgimiento de Blockchain puso sobre la mesa otras ideas, futuristas y con un potencial más grande. Contratos inteligentes, por ejemplo, donde se puede crear un sistema totalmente automatizado basado en reglas preestablecidas. Los contratos se vuelven un "token" que básicamente es una contraseña larga, hecha de números y letras. Con esto se puede "tokenizar" cualquier cosa: Un carro, una casa, una computadora, un celular, un archivo JPG, una película, cualquier cosa. Todos los archivos tienen un dueño, rastreable pero anónimo o público según se establezca en el contrato inteligente. Lo mejor aún, todo es monetizable y no hay forma de evitar o recibir un pago. Esta es la mayor revolución digital desde la invención del internet y por tanto la forma de comunicarnos cambiará para siempre.

La 2da revolución de la era del internet.

La tecnología Blockchain propone una nueva revolución en esta era de la información: Encriptarlo todo. Con esto se acabaría la piratería y se democratizarían los servicios. Cada quién sería dueño de su información, no solamente la que genera en las redes sociales si no también los archivos que genera en sus dispositivos. Cada quien podría borrar, bajar o censurar una información, foto o video suyo que no quiera que haya rodando por ahí sin su permiso, de manera instantánea y masiva. Cada quien pudiera saber la cantidad de personas que poseen el archivo o la información, y si así se quiere, se puede monetizar a través de una criptomoneda, creando un ecosistema seguro, privado, confiable y democrático para todo el mundo.

El Telegram Open Network (TON).

Como dije al principio, cuando muchos vieron que Whatsapp estaba tosiendo, fueron a su contraparte más hipster: Telegram. Este sistema de mensajería fue uno de los primeros en ofrecer encriptación punto a punto. Su filosofía es la protección de la información del usuario sobre todo. Basado en esto, recientemente Telegram creó un proyecto llamado Telegram Open Network (TON) que se convirtió en el proyecto relacionado a las criptomonedas más invertido de la historia con US$1.7 billones. El plan es crear una red encriptada y con aplicaciones descentralizadas con una criptomoneda llamada GRAM y que estará en principio integrada al sistema actual Telegram. Con esto, Telegram estaría creando "un nuevo internet" más justo y democrático que si es exitoso, hundiría a las compañías centralizadas como Google, Facebook o Amazon.

Volviendo a Facebook

Desde hace un buen tiempo, Facebook ha aparecido en LinkedIn ofreciendo puestos de "Ingeniero Blockchain" para una división secreta, de un proyecto secreto. Parecería obvio, pero si no, aquí va: Facebook está creando su propio sistema encriptado y está utilizando la tecnología Blockchain a su favor, de alguna forma. Por lo que queda claro que si Facebook adopta este sistema, sería el principio de la nueva revolución en la era del internet. Información encriptada en cadena de bloques, donde además tengo un ecosistema económico -una criptomoneda- que me permite vender mi información o mis archivos de manera segura y reversible. Esto, como dijo el propio Mark, se integrará más en sus sistemas de mensajería: Whatsapp y Messenger, por lo que haciendo una buena analogía, podemos entender que es un sistema parecido al TON (lo cual no me sorprende, porque seguro Mark está muy asustado con ese proyecto).

El futuro del internet es prometedor

Proyectos como el TON, el mismo de Facebook o uno muy interesante llamado Basic Attention Token (BAT) proponen un internet más justo para todo el mundo. Sería la verdadera democratización de la información y de la comunicación digital, no solo a nivel social si no a nivel económico, porque se generarían nuevos modelos donde cualquier persona puede competir con grandes empresas sin ser aplastado. El miedo a la información pública dejaría de existir y los llamados "Fake News" serían eliminados. Nuevos formatos creativos y nuevas reglas surgirían lo que traería consigo nuevas ideas que pudieran florecer en un ambiente más próspero, menos engañoso y menos hostil. Se crearían las bases para una verdadera justicia social.