Líder y antilíder: dos caras de una misma moneda
Presentación de el libro El Antilíder de Andres Hatum

Líder y antilíder: dos caras de una misma moneda

El antilíder es un libro para reflexionar sobre las empresas, sus miserias y los jefes que no deberían serlo. Es un libro indispensable para quienes quieran hacer una carrera corporativa: para lograr sobrevivir a los antilíderes y para evitar convertirse en uno de ellos.

Por Andrés Hatum

¿Qué es un antilíder? Una descripción general de los monstruos organizacionales

Un antilíder es aquella persona que cree que es un líder cuando, en realidad, sus liderados lo reconocen solo por con­veniencia o por miedo a lo que pueda pasarles si no lo hicie­ran. Es aquella persona que, por tener el mayor rango, cree ser un líder y trata a sus colaboradores como subordinados. Hagan esto como yo digo que lo hagan y en el tiempo en que digo que hay que hacerlo. Y si no lo hacen, viene la sanción.

El antilíder puede detentar poder y autoridad formal, que es la que otorga el puesto. Pero la autoridad informal que da la influencia personal está lejos de los antilíderes. Es aquella persona que, por mantener su liderazgo, in­venta alguna historia que se cree verdadera y la desparra­ma por todos lados, cuando en realidad no tiene el coraje de contar la verdadera historia.

El antilíder es quien otorga dádivas a su “séquito”, sin darse cuenta de que esas dádivas y esos beneficios son los que mantienen el respeto a su liderazgo. Y quienes no pertenecen a su equipo callan por miedo a que pueda pasarles algo. Siempre busca su beneficio propio. Hoy es enemigo de alguien, y mañana, si le conviene, es amigo para volver después a ser enemigo. Todo por mantener el poder. Es aquella persona que, por lo general, le falta el res­peto a la gente porque cree que de esta manera demuestra quién tiene la autoridad. No se da cuenta de que su au­toridad está dada por la posición que ejerce dentro de la organización, pero que no está legitimada por su manera de comportarse con los demás.

El antilíder es caracterizado como soberbio, no escu­cha consejos, se cree en posesión de la verdad, no acepta otros puntos de vista, no sabe reconocer sus errores, no reconoce sus propias limitaciones. Todo ello lo suele lle­var a cometer graves errores que podrían poner en peligro el futuro de la organización. Este tipo de comportamien­to suele generar un fuerte rechazo entre los empleados.

El antilíder también es incumplidor. Su equipo se es­fuerza para recibir la recompensa prometida, pero esta nunca llegará. Esto le lleva a perder todo tipo de credibili­dad, ya que el equipo pierde toda su confianza en él, y en­tonces no está dispuesto a realizar esfuerzos adicionales.

Es temeroso o temerosa, su inseguridad le hace ser ex­tremadamente celoso de su parcela de poder. Como tiene miedo de que le hagan sombra, se rodea de gente medio­cre en vez de escoger los mejores talentos. Como en la fábula de la serpiente y la luciérnaga, donde la serpiente la persigue porque no soportaba verla brillar.

En general, carece de sólidos principios éticos. Es des­honesto. Por eso, no es de extrañar que termine come­tiendo injusticias y provocando que el equipo desconfíe. Es egoísta. No busca el interés de la organización sino el propio. Es difícil que consiga el apoyo de su equipo.

También es autoritario. Esto puede ayudarlo a con­seguir resultados en el corto plazo, pero terminará da­ñando a la organización, ya que los miembros talentosos del equipo elegirán partir a otra empresa, pues el clima laboral del tirano se torna demasiado tenso.


Los líderes

Una de las caracterís­ticas fundamentales del líder es su generosidad a la hora de desarrollar de forma intensiva a sus reportes directos, mentoreándolos ya sea personalmente o virtualmente, día tras día. Los líderes comparten sus experiencias personales, transmiten sus capacidades técnicas, sus principios, sus tác­ticas de manera generosa y constructiva, respetando la in­dividualidad y la independencia de cada uno de los miem­bros de su equipo. Son compasivos. Suelen indagar en el aspecto personal de cada uno. No toda conversación trata siempre sobre el trabajo en sí sino también sobre la filoso­fía de vida, el modo de encarar los obstáculos, cómo abor­dar los temas priorizando y diferenciando lo importante de lo urgente. De esta manera, logran desarrollar equipos de alta performance.

Hay otros dos tipos de liderazgos que hoy pueden ser requeridos en las organizaciones según sus necesidades: el liderazgo creativo y el liderazgo frente a la adversidad.


Ideas sobre líderes creativos

  • En las organizaciones creativas, los líderes son facilitadores del proceso creativo.
  • Los líderes creativos proveen autonomía, recursos y crean el contexto de colaboración donde se comparten ideas.
  • En organizaciones creativas, tanto líderes como colabora­dores son fuente de ideas creativas.  
  • Los líderes creativos son críticos para crear una cultura creativa.
  • En culturas creativas es crítico evitar los silos organizacionales que impiden interacción creativa para permitir mayor grado de colaboración.


Ideas sobre liderazgos en la adversidad

  • Frente a la adversidad, los líderes deben estar abiertos a escuchar nuevas ideas que les permitan una perspectiva diferente y novedosa.
  • Estar dispuestos a trasgredir barreras antes impensables. Hay que saber tomar riesgos fuera de lo común.
  • Evitar las inercias organizacionales en momentos de crisis y adversidad.
  • Rodearse de un equipo que esté dispuesto a hacer caso omiso a las inercias

  y barreras psicológicas de la organización.


Diferencias entre líder y antilíder:

Líder

  1. Actúa como guía.
  2. Inspira entusiasmo.
  3. Sabe influir en otros.
  4. Trabaja en conjunto para un objetivo en común.
  5. Es carismático.
  6. Comparte éxitos.
  7. Dice “nosotros”.
  8. Se preocupa por las personas.
  9. Tiene equipo de trabajo.
  10. Reparte y delega el trabajo.
  11. Confía en los miembros de su equipo.


Antilíder

  1. Lo siguen por conveniencia o miedo.
  2. Inspira miedo.
  3. Acude a la sanción si no se le sigue y respeta.
  4. Sus metas son negativas, al menos para el equipo o la organización.
  5. Es convenido y ventajista.
  6. Presume éxitos.
  7. Dice “yo”.
  8. Se preocupa por las cosas.
  9. Tiene empleados.
  10. Todo urge para hoy.
  11. Hace micromanagement.


Pero recordemos que no tenemos que saltar de em­presa en empresa, de organización en organización para encontrar una u otra tipología. A veces la misma organi­zación contiene las dos realidades.


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Diana Emma Andreotti

HR Senior Manager - Mining and Industrial Companies/ HRIS - IT Specialist (SAP/ WorkdaY)/Education Managment Senior Specialist/ Jugianian Art -Therapist and Psicologist Advanced Student

5 meses

Cuando los Borders o los Narcicistas Malos llegan al poder y se convierten en Jefes....genial tu trabajo Andrés, especialmente para desmitificar la faltsa narrativa que invade a las orgnanizaciones. Realmente puede llevarge a redactar a un nuevo DSM organicional, respecto de los Patologicos en puestos claves. Maravilloso awarness...

Veronica Colina Pirela

HR Manager - HR Consultant - Professional and Talent Advisor

4 años

★Andrea Lema look at this

Leandro Puertas

Analista de Integridad en Correo Argentino | Prácticas de Abogacía en Estudios Jurídicos

5 años

Me encantó este párrafo. Es la realidad misma...muy buen ejercicio de los mails.

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