La ética empresarial como modus operandi
Los valores éticos de las empresas han pasado de ser una opción a una prioridad en su forma de trabajar. El efecto de la sociedad ha hecho que cada vez sean más las empresas que fijen y adopten este tipo de comportamientos de cara a dar una mejor imagen, además de aumentar la confianza y fidelidad en sus stakesholders.
Hoy en día la ética empresarial se refiere a la creación de principios y valores que guían la conducta dentro de la organización. Estos principios y valores son los que definen la forma en que las empresas se relacionan con sus empleados, clientes, proveedores, accionistas y la comunidad en general. Esta ética debe ser una prioridad para cualquier negocio, ya que los principios y valores que se promueven pueden tener un impacto significativo en la imagen de la empresa, la satisfacción de los empleados y la lealtad de los clientes. ¿Para qué sirven los valores? ¿Para qué sirve la ética? Para obligarnos a mejorar, para forzarnos a repensar nuestras acciones, para poder convivir en comunidad de la mejor manera posible. Para mí, los valores y la ética sirven para “universalizar la excelencia” (Cortina, 2019, p.142).
Con el paso del tiempo las empresas han dado una vuelta de 180º a sus planes estratégicos pasando a centrarse en otros aspectos reclamados por la sociedad que les rodea. La ética y los valores han pasado a ser una de las principales armas de las empresas para llegar a sus consumidores potenciales, y ampliar de esa forma su fama e imagen.
Una empresa puede enunciar una serie de valores y proclamar que todo lo que realizan es en base a ellos, pero si no se prueba y actúa consecuentemente a los ellos no tendrán ningún valor ni credibilidad en sus clientes. Si proclamas que puedes ganar una maratón pero no entrenas para ello nunca lograrás probar que tienes cualidades para hacerlo. Los valores no son tan solo lo que decimos que somos, son lo que somos y lo que queremos ser. Pero para ello debemos tener en cuenta que si queremos ser algo tendremos que luchar duro para conseguirlo.
Además, los valores crean dentro de la empresa un sentimiento de pertenencia a sus empleados, formando de esa forma un equipo motivado para cumplir los diferentes objetivos que se planteen en la empresa. “Los valores compartidos proporcionan una estructura en torno a la cual confluyen los empleados, formando un sentido de comunidad y pertenencia que sirve de criterio para evaluar el comportamiento de la organización” (El valor de los valores, p.132.)
Todas estas acciones se realizan para satisfacer las necesidades de un público exigente, comprometidos con el mundo para lograr que este se convierta en un lugar cómodo y confortable para todos ellos. Por medio de valores empresariales éticos tratan de llegar a estas personas que quieren hacer del mundo un lugar mejor.
Según Victoria von Groddeck: “los valores motivan a la reflexión que, a su vez, mejora la innovación y fomenta que se asuman responsabilidades que van más allá del mero cumplimiento de una lista de tareas”. Esto se refleja en un rendimiento inmediato a partir de las decisiones tomadas en torno a unos determinados valores. Los valores no determinarán cómo hay que hacer las cosas, sino qué debemos hacer.
Para terminar, destacar que las empresas han de construirse y definirse en torno a una serie de valores acorde a su personalidad, ya que van a ser lo que te marquen de aquí en adelante en futuras acciones que se lleven a cabo, y con lo que podrás diferenciar a tu empresa del producto de la competencia. Lograr que los valores calen en los empleados se reflejará de forma positiva en el rendimiento de la empresa, y a su vez en la visión que tus stakesholders tengan sobre ti.
Es positivo que todas las empresas se conciencien de esta manera a la hora de transmitir su mensaje al público, ya que ese mensaje también nos llega a posibles trabajadores del futuro, a los que nos tranquiliza saber el modo de trabajo que llevan las empresas y por qué criterios se rigen. Desde hace unos años han dejado de vender productos para vender valores.
Este artículo ha sido elaborado para la asignatura de Áreas de Especialización y Comunicación Sectorial, dentro del Máster en Dirección de Comunicación Corporativa y Digital. Gracias a Clara Fontán Gallardo PhD y a Andrés del Toro por haber conseguido transmitirme de la importancia de los valores y la ética en el ámbito empresarial.
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