La 4ta Revolución Industrial

Se denomina Revolución Industrial a cada etapa de la historia de la humanidad donde nuevas tecnologías y medios de producción han originado saltos vertiginosos o disruptivos en las Industrias y en la naturaleza y forma de trabajar. La primera surge a mediados del siglo XVII con la invención de las maquinas que provocaron la mecanización de la producción, dejando atrás la era artesanal. A esta siguió la segunda Revolución Industrial, comandada por los EE.UU. en el siglo XIX y principios del siglo XX, donde producto de las innovaciones y desarrollo de prácticas destinadas a la mejora de los métodos de producción se consiguió impulsar la producción masiva de toda clase de productos necesarios en la creciente sociedad Norteamericana, y posteriormente en todo el mundo. La tercera Revolución Industrial es ubicada a partir de la segunda mitad del siglo XX y sus principales aportes fueron en términos del surgimiento de nuevas tecnologías, como las computadoras, el Internet y otros medios de comunicación, así como el desarrollo de la industria de los servicios.

Estamos en la cuarta Revolución Industrial, o “Industria 4.0” como suele denominársele, donde las nuevas tecnologías prometen una Revolución nunca antes vista e incomparable con sus predecesoras. La inteligencia Artificial, combinada con el Machine Learning y la robótica, llegaron para quedarse. Si bien es cierto que en las Revoluciones anteriores la naturaleza de la fuerza de trabajo cambió, estos avances tecnológicos llevan consigo una diferencia importante de esta Revolución comparada a las tres anteriores: En la cuarta Revolución Industrial se plantea un escenario de disminución en su máxima expresión de la mano de obra humana, en la industria Manufacturera sobre todo, pero que también impactaría de forma sustancial a la Industria de los servicios y el retailing. Todo esto plantea preguntas que caerían dentro de un análisis económico-social profundo (mayor desempleo, ampliación de la brecha social entre el segmento mejor preparado académicamente para los nuevos tipos de trabajo, etc). La realidad es que todo el impacto que tendrá la Revolución 4.0 en el mundo es difícil de cuantificar y de proyectar hacia el futuro, lo que sí es seguro decir es que su marcha es indetenible y promete saltos importantes, la mayor parte de ellos en beneficio de la humanidad.