La agricultura es la auténtica realidad de esta país

JACINTO CASTILLO - LA VOZ DE ALMERÍA - Futuro Agrícola

Detonaciones inofensivas, conversaciones a tumba abierta, tomates sobre el asfalto, cajas de plástico ardiendo. El modelo parece estar dejando de ser modélico si se miran las imágenes del día de ayer, salpicadas de discursos enervados y de palabras gruesas. Pero, quienes dan vida al modelo estás decididos a superar las amenazas que padece.

Cámaras de vídeo apuntando a todas partes, móviles sobre las cabezas tomando imágenes para las redes sociales, micrófonos en busca de palabras, chalecos amarillos de prensa y fuerzas antidisturbios apostadas en los puntos críticos. Largas filas de vehículos en la autovía, multitud de agricultores caminando hacia la protesta, empresarios agrícolas apoyando la concentración. El modelo agrícola almeriense se siente herido y clama soluciones y comprensión. Aporta razones de peso entre muestras airadas de descontento. Quizás de impotencia, pero sólo momentánea, porque está decidido a pelear por lo suyo. Está resuelto a situarse en el mapa imaginario de las prioridades políticas e institucionales. Quiere que el sitio que ocupa en el tejido productivo y social de este país se corresponda con las inquietudes de los partidos políticos y del Estado. De Europa

Los agricultores quieren que los problemas que padecen sean una cuestión de Estado. Que la agricultura y todo el sector agroalimentario sean cuestiones de Estado. 

¿Cómo no habrían de serlo en un país que es una potencia agrícola, que es, antes que cualquier cosa, un gigante en frutas y hortaliza, pero también en cítricos, en berrys y en aceite de oliva.? 

¿Cómo es posible que aún se contemple en este país el medio agrario como un fenómeno “peculiar” desde la atalaya de la cultura urbana?

La agricultura, que ordena y sostiene a la España rural, parece no haber gozado de las ventajas que disfrutan otros sectores, armados de lobbys hasta los dentes. 

La agricultura, que es la auténtica realidad de este país, ha sido hasta ahora un rumor que llega desde el campo. Ahora, es algo más. Es la constatación, de que no se puede dejar a la deriva de otros intereses uno de los pilares más importantes de la sociedad. 

La agricultura es la auténtica realidad de este país. No asumir la realidad tiene siempre malas consecuencias.