La Alineación Organizacional, un Reto en tiempos de Cambios
Considerando la definición de “Organización”, expuesta por la Real Academia Española (https://dle.rae.es) que expone que una organización es una “Asociación de personas regulada por un conjunto de normas en función de determinados fines”, podemos interpretar que las mencionadas normas que regulan a las organizaciones, son los “aspectos organizacionales” que justifican su existencia, determinan sus objetivos, trazan sus estrategias e identifican los medios para conseguir los objetivos.
Relacionando lo señalado con la lectura recomendada, los aspectos organizacionales esenciales para la definición del comportamiento de la organización están expuestos en las 7-S del modelo de McKinsey.
La interrelación y conexión de los 7 aspectos se aprecia como ESENCIAL para la adecuada concepción y ejecución de las actividades de la organización, puesto que engloban las potencialidades y direccionamiento de la misma en 3 grandes grupos: la Unidad, las Capacidades y los Resultados; expuestos en ese orden usando un enfoque romántico que señala que las organizaciones deberían basar sus actuaciones en la misión para la cual fueron concebidas y en sus creencias fundamentales.
Me es claro que la alineación de los 7 aspectos organizacionales permite una total coherencia entre la existencia (concepción) de la organización, sus valores, capacidades y sus prácticas para alcanzar los resultados propuestos; y que la desconexión o disparidad entre dichos aspectos, ocasionaría una organización con alto riesgo de cometer errores que atenten contra el propio concepto de sí misma, afectando también al equilibrio sistemático de la cadena de valor, y mucho mas aún, a los conceptos con los que las personas que conforman dicha cadena de valor, ejecutan sus actividades.
Y, ¿qué sucede en tiempos de cambios y conmoción como los que vivimos actualmente?
En muchos de los casos las organizaciones, para subsistir, tienen la obligatoriedad de evolucionar en conjunto con su entorno socio-económico, de mercado e inclusive político; es por ello que, la adaptabilidad tiene que ser una tarea continua y un valor fundamental de las organizaciones, para conseguir que sus 7 elementos clave (definidos por McKinsey) no difieran de una nueva realidad, sino mas bien que sean adaptados sin perder de vista los objetivos fundamentales de la organización.
Está claro, además, que el cambio de cualquier aspecto del entorno de la organización requiere una reevaluación de la definición de sus aspectos organizacionales, y que la necesidad de modificación de uno de ellos muy probablemente ocasionará la adaptación de otros; razón por la cual, la organización no puede caer en la trampa de mantenerse estática, mientras su entorno es cambiante.
Por lo señalado, dentro de la estrategia organizacional, se debe contar con una evaluación permanente de los retos, adaptaciones y cambios que debe experimentar la organización en frente de la variabilidad de su entorno, para que como resultado se tenga una alineación infalible de las 7-S.
Ejemplo ilustrativo de cambio efectivo del entorno empresarial: En la industria petrolera usualmente se ha dado un enfoque principal a la producción de petróleo, sin poner atención y/o énfasis en el aspecto energético, el cual es un factor esencial para el proceso extractivo; dicho aspecto energético es uno de los componentes por los cuales la industria petrolera es considerada como una de las más contaminantes a nivel de emisiones de gases de efecto invernadero. Hoy en día, el cambio climático a nivel mundial es un efecto que no se puede desestimar, razón por la cual las empresas del sector petrolero mundial están práctica y moralmente obligadas a desarrollar un manejo energético apropiado, menos contaminante y mas eficiente. Esto ha ocasionado que muchas empresas incorporen dentro de sus actividades clave, la eficiencia y optimización de recursos energéticos. Inclusive, muchas de ellas dejaron de llamarse empresas petroleras, para ser ahora, Empresas Energéticas. Para ello, debieron adaptar de manera imprescindible su aspectos organizacionales clave.