La autenticidad del líder genera confianza y compromiso en los colaboradores.

Una de las principales obligaciones que tienen hoy los

líderes y las organizaciones es la de gestionar

colaboradores con intereses muy diversos, lo que

puede ser un verdadero desafío.

Una mala gestión puede acabar perjudicando a la

imagen de la empresa, así como a su reputación; lo

que conllevaría pérdida de nuevas oportunidades,

clientes y colaboradores valiosos, solo por citar

algunas consecuencias. 

Pero lo cierto es que existen múltiples caminos para evitar tan fatídicos resultados. Hemos

visto con agrado en las últimas encuestas de clima realizadas por nuestra firma FIG Consulting

algunos elementos que han resultado en común con relación al liderazgo de las generaciones “X” y

“Y”, sus colaboradores quieren saber más sobre los orígenes de la empresa y de la historia de

superación o de logros de quienes les dirigen. Lo que abre una gran puerta para un estilo de

liderazgo más trascendente.

Es evidente que las nuevas generaciones se mueven mucho más por la inspiración y guía de

líderes auténticos y cercanos, que si piden la milla extra es porque ellos también están dispuestos

a darla junto a ellos; o bien, porque sus acciones son transparentes, coherentes y buscan el bien

mayor, el de la colectividad.

Cuando hablamos de autenticidad en el liderazgo nos referimos a la capacidad de un líder para ser

honesto consigo mismo y con los demás, y para ser fiel a sus valores, principios y personalidad en

todo momento. Un líder auténtico es transparente, coherente y genuino en su comportamiento y en

sus relaciones con las personas que lidera.

Los líderes auténticos crean un ambiente de confianza y respeto entre ellos y sus seguidores, son

percibidos como más humanos y accesibles, lo que puede aumentar la conexión emocional,

mejorar la comunicación, la colaboración y el rendimiento.

Un ítem de nuestra encuesta mide en particular la percepción que tienen los colaboradores sobre

el ejemplo que les dan sus superiores en la línea de mando, el resultado de este apartado también

nos da insumo para insistir en nuestra propuesta de un liderazgo basado en valores, estos pueden

variar dependiendo de la cultura, la sociedad y el contexto en el que se encuentre. Sin embargo,

algunos valores que son ampliamente reconocidos como importantes para un líder son: Integridad,

honestidad, visión, pasión, respeto, humildad, responsabilidad, empatía, trabajo en equipo, ente

otros.

En los tiempos actuales el branding personal juega un papel primordial y es importante que todos

los actores implicados en una organización, sobre todo los dirigentes, cuiden sus acciones, sus

palabras, su exposición pública para no perjudicar tanto su imagen personal como corporativa,

pero más allá de la marca, de la imagen y de la apariencia, entendemos que impera la autenticidad

para no perder la confianza de sus seguidores y la fuga de su mejor talento.

Hasta la próxima vez.