La bestia que somos
Hasta hace relativamente pocos años , probablemente unos 50, todavía era un tema tabú dentro de la comunidad científica, el asunto acerca de la conciencia y las emociones en los animales no humanos. Digo que era un tema tabú, porque no era bien visto que a algún científico se le ocurriera siquiera suponer o considerar que los animales no humanos pudieran tener una vida interior, mente y emociones. A través de los años y hasta la actualidad poco a poco esta resistencia ha ido afortunadamente decayendo progresivamente . Esto debido seguramente a la cada vez más frecuente divulgación de estudios de investigación por parte de biólogos, naturalistas, zoólogos y etólogos. Y es que hay una gran diferencia en cómo se están llevando estos estudios con animales en las últimas 4 o 5 décadas, a cómo se llevaban en las primeras décadas del siglo pasado por ejemplo.
Y es que conocer acerca del comportamiento animal, hace que nos acerquemos más a las especies que en este planeta nos acompañan. Porque al fin y al cabo somos animales. Y este conocimiento nos hace replantearnos todo lo que hasta el momento creíamos como cierto sobre los animales e incluso sobre nosotros mismos.
Así que la pregunta hoy en día no es ¿tienen conciencia los animales? Si no, cómo es la conciencia en los animales?
El error ha sido siempre, medir las capacidades de los animales según el estándar humano.
La incertidumbre, ansiedad, preocupación, dolor, miedo, terror, actitud defensiva, actitud protectora, ira, desconfianza, desilusión, interés, curiosidad, sorpresa, desconcierto, placer, alegría, tristeza, depresión, asombro, ternura, celos, frustración, duelo, asombro, humor, ternura, anhelo de amor, timidez.
¿Son todas estas emociones exclusivas del humano? No, no lo son.
Cada vez más queda demostrado mediante el estudio e investigación del comportamiento animal, que no son exclusivas del humano. Lo que sí puede ocurrir es que no las sientan exactamente igual al humano, ni exactamente iguales a otras especies.
El mundo circundante es percibido de forma diferente por cada animal, dentro de un mismo ecosistema. Por ejemplo en un bosque, donde haya robles habrá aves que se posan en sus ramas, habrá otros seres que habitan debajo de la corteza de ese árbol, mientras una familia de zorros excava una madriguera entre sus raíces. Incluso un pájaro carpintero percibirá el árbol de forma distinta a otra ave. Porque su nido lo fabrica dentro del árbol, mientras que otras aves lo fabrican sobre sus ramas. Cada uno de ellos percibe el mismo árbol de forma diferente. Por ello es un error comparar el comportamiento, las capacidades, las emociones, la inteligencia, las intenciones y lo que sienten los animales, con el estandar humano. Hemos dado por hecho que somos el parámetro de todo en nuestro entorno
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Bien lo expresó el filósofo del siglo XX Ludwig Wittgenstein cuando enunció la frase según la cual “si un león pudiera hablar, no podríamos entenderle” A lo que se refería con esto es que los leones perciben el mundo completamente diferente a como lo hacemos los humanos. Si un león pudiera hablar y nos contara de las cosas que le preocupan, de las emociones que siente, de su día a día para llevar la vida, probablemente nos hablaría de lo pendiente que está de procurarse alimento, de las posibles presas, el agua, del bienestar y seguridad de su familia,, de cómo enfrenta a los enemigos, sus relaciones con la leona, con los cachorritos, y con otros leones .Estas preocupaciones se parecen mucho a las que tenemos los humanos. Y a las que tienen otras especies. Al fin y al cabo, somos todos animales. Sin embargo la forma en cómo perciben el mundo hace que la forma en que sienten y manifiestan emociones sea muy probablemente no exactamente igual a los humanos.
Como aseguró Darwin:" La diferencia mental entre el hombre y los animales superiores, aun siendo grande, ciertamente es de escala y no de tipo"
Los humanos y muchas especies animales vertebrados, tenemos una misma base. Esqueleto, órganos, sistema nervioso y sistemas hormonales casi idénticos en algunos casos o si no muy parecidos en otros. También poseemos los mismos sentidos y compartimos comportamientos similares.
¿Hay en la mente de los animales intención? ¿Motivación? atención? curiosidad? cognición? pensamientos? emociones?
Respuestas maravillosas tendremos a cada una de estas y otras interrogantes en la medida en que desarrolle los temas que abordo en cada episodio del podcast, con todo lo que la ciencia ha comprobado y sigue comprobando.
Y por que lleva por nombre este artículo La bestia que somos?
Porque tendemos a creer que estamos por encima del resto de los animales. Olvidando que somos una animal más. Somos una especie más, que junto al resto formamos el maravilloso engranaje de la vida, donde cada uno cuenta, donde cada uno es muy importante. Todos somos uno.
Y quedará cada vez más evidenciado en cada episodio que escuches, lo mucho que se nos parecen en muchos aspectos, muchas especies de animales no humanos.
Cada episodio termina con una historia o anécdota real de animales. Te invito a escuchar.
https://anchor.fm/doris-hermosilla