La clave de la innovación está en los calcetines.
Todos los días leemos y escuchamos que ahora es el momento para innovar, para hacer cambios, que las empresas y emprendedores tenemos la oportunidad de ser disruptivos y estratégicos. Lo cierto es que innovar es atemporal, no exige un tiempo de crisis, presión o un confinamiento, no es necesario buscar excusas, el innovar tiene que ser una actitud constante en el tiempo, solo necesitamos tener en el cajón unos calcetines limpios.
Para garantizar una cultura de innovación tienen que cumplirse cuatro supuestos, el primero es tener un propósito, segundo apostar por el exitoso fracaso, tercero tener más preguntas que respuestas, y, por último, pero igual de importante que los tres anteriores, es garantizar un ambiente de confianza, a esto lo título innovación estratégica, innovar con propósito y no por moda o título.
¿Cuál es tu propósito?
Es la primera pregunta que tenemos que responder, antes de empezar a prototipar o editar un modelo canvas. Es sin duda la más difícil, ¿por qué quiero lanzar una startup? ¿qué quiero lograr con mi producto o servicio?, es la fase de reflexión, la introducción a las primeras preguntas y cero respuestas, lo más importante no es creer o valorar si una respuesta es correcta o no, es creer en lo que estoy haciendo, estar seguro de la nueva apuesta, saber que dolerá pero que será gratificante vivirlo plenamente.
El exitoso fracaso.
Una metodología y algunas herramientas nos vienen bien, apostar por innovar, es tener continuidad en el proceso o ciclo, buscar uno corto y simple, mi favorito es: crear, medir y aprender, y empezar a iterar tantas veces como sean necesarias para afinar y tener certeza de que estamos encontrando la solución adecuada para mi potencial cliente, este es el ciclo que se utiliza en la metodología de Lean startup de Eric Ries.
Más preguntas y menos respuestas.
Siempre que queremos descubrir algo nuevo o hacer algo diferente, lo primero que debemos hacer es formular las preguntas correctas, formular hipótesis a validar, no tratemos de creer y matar iniciativas con respuestas sin datos, o por repetir lo que escuche, o creer que tengo un juicio experto superior y soy dueño de la empresa y la verdad, eso no es innovar. La innovación parte con hacer preguntas, cuestionar el hoy, analizar con datos, descubrir en esos datos las preguntas que no podemos responder con ellos.
Confianza.
Empezar por eliminar los clichés o estereotipos creados, creer que la innovación solo es de las startups de Silicom Valley, o que la innovación está asociada a las nuevas generaciones, creer que llamarnos startup ya es innovar, esto no va de títulos. La primera tarea es romper barreras, invertir en talento, apostar y formar a los nuestros, ser coherentes con nuestro propósito, con lo que transmitimos y hacemos cada día. La confianza es el principal motor de motivación, es la fuente natural para generar ideas, es la mejor forma de protegernos en momentos de turbulencia.
Y por último sumado a estos cuatro drivers para garantizar una cultura e innovación estratégica, antes de empezar un nuevo ciclo tener siempre a la mano unos calcetines limpios en el cajón, empezar con una buena sensación hasta la cabeza será empezar con buen pie.
Raúl Cárdenas
Madrid 16 de abril de 2020
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6 mesesRaúl, thanks for sharing!😉