La comunicación del Employer Branding agroindustrial

El mercado laboral agroindustrial es hoy una gran oportunidad para quienes busquen sacar un ticket y subirse al nuevo vagón dinamizador de la economía nacional.

Los desafíos de un sector en desarrollo (¿o ya consolidado?) son hoy una oportunidad para todos los actores que observan aún de reojo un sector que tiene mucho por conocer y por explotar.

Las últimas semanas han tenido todos los reflectores puestos sobre ellos. Ideas y percepciones sobre lo sucedido respecto a la derogación de la Ley de Promoción Agraria pueden abrir un sinnúmero de escenarios sobre los cuales podríamos iniciar, seguramente, un debate que nos polarice o permita consensos. Lo que no se puede negar es que el sector agroindustrial formal presenta hoy, una opción real de desarrollo profesional para la incansable oferta laboral que día a día sólo tiende a crecer.

Hoy en día, existe un grueso de empresas agroindustriales que se encuentran entre las más destacadas del universo empresarial peruano. Entre ellas, 418 empresas agroindustriales y ganaderas se ubican entre las 10.000 primeras empresas del Perú en cuanto a facturación. De este total, 342 operan en el sector agroindustrial. Sumado a ello, el nivel reputacional que gozan las más ranqueadas, se ha forjado en base a las buenas prácticas llevadas a cabo en todos sus ámbitos, consolidando su imagen, desarrollando su responsabilidad social empresarial y estableciendo marcos apropiados de buen gobierno corporativo.

Esto, ha abierto una nueva dimensión de la tecnificación y corporativización del sector, soportado indudablemente en su incursión en nuevos mercados, el fortalecimiento y diversificación de su cartera, lo que ha calado significativamente en la óptica y experiencia de la nueva clase empresarial agroindustrial y por ende de su entorno.

Marca Empleadora Agro

El sector agroindustrial es hoy un sector atractivo para trabajar. Con una demanda de mano de obra operaria cada vez más grande, sumado al indudable pleno empleo en las principales zonas agros del país, el esfuerzo de la agroindustria formal por promover su propuesta de valor laboral, es hoy, más que nunca, un nuevo reto a superar.

Ejercicios acerca de la comunicación de la marca empleadora agroindustrial han empezado a notarse durante los últimos años, especialmente en las empresas del norte del país. Son las más grandes, las que ya entendieron que este intangible y su promoción, es de suma importancia en orden de la continuidad y sostenibilidad de sus negocios, sin embargo, la estrategia ya no consta únicamente de otorgar el paquete estándar de beneficios o remuneraciones por encima del promedio, sino que hay que interiorizar y entender los “drivers” del nuevo mercado operario laboral para buscar esos puntos de contacto con nuestra marca y propuesta, logrando con ello que este “employee journey” sea el mejor y el más atractivo.

Por otro lado, la necesidad de buscar profesionales de primer nivel que se decanten por pertenecer al sector, es también una tarea ardua para las áreas de gestión humana agroindustrial, quienes tienen que competir con sectores consolidados, con compañías y marcas que avanzaron mucho más rápido en la tarea de entender que el ejercicio es hoy inverso, y que hay que promocionar nuestra marca empleadora y hacernos atractivos. Los beneficios de esta práctica son innumerables y los muchos casos de éxitos son hoy una prueba de ello.

Una vez identificada nuestra propuesta de valor, el brazo comunicacional de la estrategia de marca empleadora agroindustrial es más que necesaria a fin de comunicar apropiadamente el propósito de la misma. Los frentes y audiencias a atender son variados y cuentan con formas, canales, necesidades y expectativas comunicacionales distintas que deben tener un mismo hilo conductor que integre finalmente nuestro mensaje.

Lo desarrollado últimamente por el sector, para el mercado laboral operario, apuesta por los diferenciadores de marca volcados íntegramente en campañas regionales de marketing y publicidad (con conceptos y claims muy bien desarrollados) que busquen captar la atención del mercado laboral. Las actividades publicitarias tradicionales (online, impresa, radio, tv o exterior) se mixean con un inteligente y customizado BTL “socialmente responsable”, que apunta a solventar necesidades propias del potencial mercado como campañas médicas, educativas, actividades recreativas como cines itinerantes, ferias productivas, entre otras. La forma estará ligada al estudio correcto de la necesidad local en muchos casos concertada y validada con las autoridades respectivas para ser más efectivos.

Lo que avanza sin duda, es la creatividad para estar un paso adelante de la competencia por la captación de personal. Una especie de “guerra de marcas” se produce, por ejemplo, en la temporada de cosecha de arándanos en La Libertad, en donde las agroindustriales más grandes del país, buscan incorporar decenas de miles de colaboradores en pocos meses. Para ello, el timing de la estrategia es vital, planificando por un lado y siendo ágil también para maniobrar sobre la marcha y reconfigurar.

Algunos ejemplos de marca empleadora agro peruana han tenido reconocimiento internacional por su aporte no sólo como estrategia comunicacional, sino por el trasfondo de lo que significa, difundir la importancia de la mano de obra formal en mercados laborales aún informales o con marcada desigualdad sea esta generacional o de sexo por nombrar sólo algunas de ellas.

El camino es demás interesante y prometedor en su concepto y capacidad innovadora ya que existe aún un grueso del sector que no incorpora este concepto dentro de su estrategia corporativa, dejando pasar una oportunidad de oro que tarde o temprano será un pilar de sostenibilidad y una condición sine qua non para todos los actores del sector.

Mijail Tupayachi

Director de Balablanco