LA CONTAMINACIÓN ORGÁNICA DE LAS FUENTES DE AGUA EN LOS CENTROS URBANOS Y EL EQUILIBRIO BIÓTICO. Caso lilas del río ozama
La iniciativa de limpieza de la playa del malecón de la capital de la República Dominicana es una labor positiva en cuanto a la disposición de retiro de residuos de plásticos y otros materiales de desechos. Sin embargo veo con preocupación la disposición de incorporar un plan de incursión de equipos pesados para remover la lilas o Jacinto de agua en el lecho del Río Ozama. Toda labor espontanea de colaboración en favor del embellecimiento de nuestra capital puede ser positiva hasta cierto punto. Pero hay acciones que pueden hacer más mal que bien si no se cuentan con la debida orientaciones fundamentada en un plan científicamente concebido, en las diferentes administraciones municipales hay que tomar medidas para satisfacer supuestas necesidades de la población, pero no siempre todo resulta como nuestras autoridades esperan que sucedan las cosas, cuando se mira de forma superficial. En tiempo atrás hemos visto con preocupación como en diferentes ciudades del país autoridades municipales se han tomado la tarea de podas y talas de árboles en el centro de la ciudad, la mayoría de las veces sin un plan de acción orientado de manera científica y luego resulta que la contaminación generada por la actividad vehicular e industrial causan grandes impactos negativos tales como las emisiones de particulado de carbón, gases extremadamente dañinos a la salud como monóxido de carbono, frutos de una combustión incompleta, dióxido de carbono y vapor de agua, que solo los arboles pueden corregir. La combustión como reacción química consume grandes cantidades de oxígeno, por cada tonelada de combustible que se consume se necesitan 3.6 toneladas de oxígeno, del mismo que necesitamos los seres vivos para respirar. ¿Pero cómo se genera el oxígeno? Se produce durante la fotosíntesis que solo los vegetales y las algas generan con su metabolismo. Pero contra todo eso recuerdo que a un político muy folclórico en una ciudad del sur le preguntaron. ¿Usted quiere ser síndico? Si señor contestó. ¿Qué estudió usted? Le preguntaron de nuevo, a lo que respondió. Y pa botá basura se necesita etudeo? Sin embargo para cada decisión por simple que parezca puede tener consecuencias inesperadas sobre todo cuando es de interés público, aunque sea solo una acción para embellecer una ciudad.¿Porque hacemos esta reflexión? Simplemente por Las Lilas (Jacinto de agua) del Ozama. Esta planta acuática muy conocida por nosotros, que algunos las consideran una contaminación biológica (me disculpan los biólogos, pero mi enfoque es químico), llega a los espacios que ocupa por una invocación, generada por contaminantes orgánicos, muchos esencialmente de origen antropogénicos. La lila tiene una importante misión restauradora. Cuando esta llega al Ozama lo hace debido a la presencia de grandes concentraciones de contaminantes orgánicos, los cuales han hecho desaparecer el oxígeno libre, disuelto en el agua, cuya desaparición convierte al sistema acuoso en un río muerto, es porque todas las especies vivas aeróbicas, desaparecen. El consumo de oxígeno en tales condiciones se puede expresar así: C6 H12 O6 + 6O2 → 6CO2 + 6H2O. Una vez el oxígeno ha desaparecido y con él la vida acuática, entonces llega la lila con su misión restauradora, al ser una planta inicia su actividad fotosintética, se alimenta de la contaminación orgánica, reduciéndola con su metabolismo, actúa devolviendo el oxígeno al agua, restaurando la vida acuática: 6CO2 + 6H2O һѵ/clorofila → C6 H12 O6 + 6O2. No es en vano que los peces dejen sus huevos en los ecosistemas formados por las lilas y luego surgen los alevines, la lila proporciona oxígeno y comida a los peces, porque ésta además de fijar oxígeno en el agua también fija nitrógeno en su biomasa, representando ésta una fuente nutritiva para peces y que puede usarse en la alimentación de animales por su contenido de proteínas y otros nutrientes, también puede usarse como material para la producción de fertilizantes orgánicos, sustrato para la agricultura o para la producción de gas combustible (biogás). La lila además fomenta la propagación de algas que también sirven de alimentos a los peces.
Lo que hay que combatir son las causas que generan los grandes cúmulos de basuras y residuos procedentes de las empresas y la deposición de excretas sanitarias en el lecho del Río Ozama y así las lilas al no tienen motivos para restaurar el equilibrio, roto por la actividad humana, como cosecuencia disminuirá su presencia en el Ozama.
Dirección de Farmo Quimico Hernandez/Maestría en Quimica Ambiental/Docente Instituto Dominico Americano
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