La Controversia Interna: ¿ Crear un negocio exitoso o una empresa como me la imagino ?
En recientes lecturas y capacitaciones, he detectado un común denominador: la lección de “construir la empresa de afuera hacia adentro, y no de adentro hacia afuera”.
Y cuando digo “empresa” me refiero a un contexto más parecido al que nuestros vecinos del norte definen como “Enterprise”, puede ser una compañía o negocio, pero también un emprendimiento simple, proyecto o iniciativa. También aclaro que al referirme al éxito me refiero exclusivamente al de la empresa en cuestión, sin cabida para un cuestionamiento moral que ponga en tela de juicio la definición de: éxito.
Lo tradicional es que la empresa nazca de adentro hacia afuera. Primero defino el concepto de la empresa, su objetivo, luego su forma de operar y sus controles, y por último construyo la estrategia Comercial, y adapto mi producto o servicio al mercado meta… si es que lo logro.
Cada vez más personas recomiendan hacerlo al revés, primero encuentra el mercado, el cliente potencial, luego define la forma de venderle o satisfacer su necesidad; y a partir de ahí, construyes tu producto o servicio. Suena lógico y simple, pero yo encuentro un reto muy grande en hacerlo así: Al final, siguiendo esta metodología tendrás que hacer muchas pruebas y errores, girar drásticamente el rumbo del proyecto a medio camino, cambiar la estrategia, la forma de operar, y el producto o servicio “per se”. Lo anterior se refuerza con una gran cantidad de Emprendedores que en su historia tienen algo que los une: la cantidad de fracasos antes del éxito, y las veces que adaptaron drásticamente, o incluso cambiaron de giro.
A cambio de una mucha mayor probabilidad de éxito, tendrás que renunciar a tus ideas originales, a los fundamentos que habías conceptualizado en un inicio (a menos, claro, que el único fundamento hubiera sido que la empresa tenga éxito). Es ahí donde está la disyuntiva… Ni siquiera estoy metiendo en la balanza los valores, asumiendo que la metodología propuesta por los “gurús” modernos de la creación de negocios es compatible con seguir siendo fiel a tus valores.
Es evidente que a la gran mayoría de los que logren emprender exitosamente, se les olvidará pronto si tuvieron que desviarse de la idea original; pero cuántos se estarán (o nos estaremos) quedando en el camino por no asimilar estos conceptos. ¿Qué pasaría si de pronto todos entendieran el concepto? ¿Podríamos todos tener éxito en nuestras empresas, o es necesario que unos fracasen para que otros salgan adelante?
Hoy estoy empezando “de afuera hacia adentro” un nuevo proyecto paralelo a mi negocio actual, y espero sinceramente que no me obligue a cambiar mucho “la idea original”, aunque veo siendo realistas es poco probable. Solo espero poder encontrar esa solución en el mercado que satisfaga a mis clientes objetivo, y al mismo tiempo me permita desarrollar “algo” de la empresa como me la imagino.
Director ejecutivo en ai360
9 mesesInteresante. Creo que uno de los principales retos que enfrentamos los emprendedores es entender lo que valoran los clientes sobre lo que les ofrecemos. Nos obsesionos con nuestra solución, sin pensar en la forma como los clientes la perciben o si en realidad solicionan el problema que el cliente quiere resolver.
Ayudándote a Hacer Crecer tu Freight Forwarder de Forma Rápida, Rentable y Organizada Sin Entrar en la Guerra de Precios | Mentor Estratégico para CEOs y Tomadores de Decisiones C-Level en Freight Forwarders
4 añosSin embargo creo que los ajustes normalmente para nuestra industria para nuestra industria van a ser más de forma, y de segmentación, que de fondo.
Ayudándote a Hacer Crecer tu Freight Forwarder de Forma Rápida, Rentable y Organizada Sin Entrar en la Guerra de Precios | Mentor Estratégico para CEOs y Tomadores de Decisiones C-Level en Freight Forwarders
4 añosMi querido Ernesto. Te invito a que te imagines esto. Tener los clientes perfectos, los que más disfrutas atender, que estén felices con el servicio que les das. Que satisfagas perfectamente sus dolores, aspiraciones, problemas, bloqueos, barreras. Enamórate de ese cliente y de su necesidad, no de la solución. Así nunca vas a tener esa disyuntiva sobre cuál va a ser el vehiculo para servirlos. Un gran abrazo.