La crítica sincera.

La crítica sincera.

Por Cristián Parrao, egresado de la Escuela de Publicidad UDP y Coaching para Líderes de Equipo en cristianparrao.com

¿Cuántos de ustedes que ejercen el liderazgo en organizaciones, están dispuestos a recibir una crítica? O al contrario ¿Son críticos y frontales con sus jefes cuando ven que en algo se están equivocando? Qué difícil. Si alguien no se aguanta de tirar una crítica filosa a otro, cuyo día partió con el pie izquierdo, sintiéndose vulnerable ante ese feedback negativo, puede ser un arma mortal de doble filo e incluso puede dejar el ambiente como victimario-víctima, situación que no le beneficia para nada a un equipo. ¿Cómo poder gestionarlas sin que nadie sufra al recibirlas o se incomode al darlas? ¿Si estás criticando algo, acaso no es bueno para la empresa donde trabajas?

Puede que en muchos lugares esto sea parte de un tema tabú o muy mal gestionado. En Netflix no. En “Aquí no hay Reglas. Netflix y la cultura de la reinvención” de Reed Hastings y Erin Meyer (Penguin Randon House, 2020) describen y desglosan las políticas de esta compañía en torno a dos importantes valores que cruzan a todos los empleados: Libertad y Responsabilidad. Para explicarlo en pocas palabras, tienen muchas libertades como vacaciones ilimitadas o eliminación de controles, pero se aseguran de contratar a trabajadores que tengan el criterio para pasarlo por el cedazo de la responsabilidad, es decir, que no afecte el éxito de la compañía. ¿Qué tiene que ver esto con la crítica? Bueno, ellos piensan que guardarse una crítica, cuya consecuencia pueda traer decisiones incorrectas al equipo, es una deslealtad con Netflix. Por lo tanto, fomentan la cultura de la crítica. Cada uno, tenga el rango que tenga, debe indicar cuando algo está mal, incluso cuando le afecte al mismo Reed Hastings, su fundador. Dado que se implantó como una política empresarial, tomó vuelo y la mantienen hasta hoy. Sin embargo, tuvieron que desarrollar 4 directrices para evitar a los arrogantes que se sienten bien ventilando críticas destructivas (Libertad), afectando el positivo ambiente laboral (Responsabilidad), afecte negativamente al resto, pero a su vez sepan recibirlas de manera adecuada.

1.- Aspirar a Ayudar: La crítica debe hacerse con un objetivo positivo. Cada vez que alguien lance un juicio, antes debe pensar “¿Estoy ayudando a esta persona a que sea exitosa?”. Solo si la respuesta es sí, tenemos semáforo verde para lanzarla. Así se evita utilizarla como elemento de falso poder o herir intencionalmente a un/a colega.

2.- Aplicable: ¿Tiene sentido una crítica en donde el receptor nada puede hacer para cambiar? Sin duda que no. Elegir bien las palabras es clave para quien recibe y pueda visualizar positivamente que existen otras maneras de realizar las cosas.

3.- Agradecer: Es posible que el agradecimiento no sea la manera más natural de recibir una crítica en nuestra cultura. Lo más típico es ponerse a la defensiva, cerrarse o frustrarse. En Netflix, cuando se recibe una bien intencionada, se da la opción de escucharla, entender el punto de vista del otro y finalmente, agradecer.

4.- Aceptar o Descartar: Dada esta política, hay muchas críticas diarias. Por lo tanto emisor y receptor, entienden que quien las recibe, es el dueño/a de decidir qué hacer con ellas, luego de un “gracias” sincero. A nadie se le fuerza a cambiar el rumbo por el simple hecho de recibir una. ¿Está preparada la cultura de tu empresa para implantar el valor de la crítica sincera como parte del éxito de la compañía?

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