La creación de un cuaderno de viajes
El proceso de creación del ilustrador es tan íntimo y personal como el de cualquier otro artista. De la misma manera, tengo la necesidad de buscar inspiración en todo tipo de espacios y de lugares, para que así la obra sea nueva y fresca. Crear un libro de acuarelas es más complicado de lo que pueda parecer. Y queremos hablar aquí sobre ese proceso.
Pintar en un cuaderno de viaje
El estilo que sigo como artista a la hora de coger nuevas ideas es el de salir al exterior, del entorno habitual, para observar nuevos paisajes, contornos y sacar de ellos una luz diferente y la esencia a través de las pinturas. Con un cuaderno, voy pintando en él lo que veo, los lugares que visito o las experiencias que vivo, para que así la obra sea mucho más rica.
Lo cierto es que basarse en la autoexperiencia es una de las mejores maneras de conseguir una obra más original, ya que es un tema o un estilo que uno conoce bien y que puede emplearse de diferentes maneras, jugar con el concepto para arrancar una obra completamente nueva, que goce de imaginación.
El método como ilustrador
El truco para crear este tipo de obras es llevar un pequeño pincel y un depósito pequeño de agua encima, para que así se puedan realizar las acuarelas en cualquier lugar. Primero, dibujo, luego, lo coloreo y, finalmente, le añado un pequeño texto, un título o algunas palabras que evoquen la imagen.
Caja de acuarelas, la que viaja conmigo. Herramienta para crear los cuadernos de viaje y libros de acuarela
En conclusión, el proceso de creación de un libro de acuarelas no siempre es sencillo, pero desde luego es gratificante. Implica tener algo nuevo que decir o que contar y, por eso, los viajes suelen ser tan buena respuesta, ya que me permiten ver lugares en los que nunca me había parado.