La Cuarta Revolución Industrial; un modelo mental para modelar el futuro.

Al igual que la invención de la máquina de vapor en el siglo XVIII permitió que la producción se mecanizara y la urbanización masiva fuera una realidad, la Cuarta Revolución Industrial (también conocida como 4IR o Industria 4.0) está destinada a transformar la forma en que hacemos negocios y vivimos nuestras vidas, a un ritmo aún más acelerado de lo que nunca podríamos haber imaginado.

En esta sencilla nota resumiré el capítulo I del libro "Aplicando la Cuarta Revolución Industrial" de Klaus Schwab y Nicholas Davis, con el fin de poder acercar esta información a aquellas personas que tengan un interés y para aquellas que ya estén trabajando en esto sería interesante compartir experiencias.

Personalmente es un tema que me apasiona y me tiene muy intrigada ya que estamos en los inicios para modelar y ver de qué manera adoptados y nos adaptamos a esta nuevo concepto.

Según el autor la Cuarta Revolución Industrial constituye un nuevo capítulo en el desarrollo humano motivado por la creciente disponibilidad e interacción de un conjunto de tecnologías extraordinarias que se han construido sobre las tres revoluciones tecnológicas anteriores.

Esta revolución se encuentra solo en su etapa inicial, lo que ofrece a la humanidad la oportunidad y la responsabilidad de moldear no sólo el diseño de nuevas tecnologías, sino también formas más ágiles de gobernanza y valores habilitadores que cambiarán fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos.

Las tecnologías emergentes podrían proporcionar enormes beneficios a la industria y la sociedad, pero la experiencia de las revoluciones industriales anteriores nos recuerda que para alcanzarlas plenamente, el mundo tendrá que enfrentarse a tres desafíos permanentes. Dice que para un futuro próspero, debemos:

1) Asegurarnos de que los beneficios de la cuarta revolución industrial se distribuyan equitativamente;

2) Gestionar las externalidades de la Cuarta Revolución Industrial con respecto a sus posibles riesgos y daños;

3) Asegurar que la Cuarta Revolución de la Industrial sea dirigida y centrada en el ser humano.

Mientras los líderes lidian con las incertidumbres causadas por el rápido cambio tecnológico, la adaptación no requiere presagiar el futuro. Más importante que eso es el desarrollo de una mentalidad que considere los efectos a nivel de sistemas, el impacto en las personas, que sigue orientada al futuro y alineada con valores comunes en los diferentes grupos de interés.

Entonces, para el futuro, los cuatro principios importantes que debemos tener en cuenta al pensar en cómo las tecnologías pueden tener un impacto, el autor dice

Piensen...

1) En sistemas, y no en tecnologías;

2) En Empoderamiento, Y no en influencia;

3) Por diseño, y no por patrón;

4) En los valores como una característica, y no como un error;

En la actualidad, se están desarrollando e implementando regulaciones, estándares y marcos para una gama de poderosas tecnologías emergentes en todo el mundo. Entonces, el momento de actuar es ahora; y depende de todos los ciudadanos trabajar juntos para dar forma a la Cuarta Revolución Industrial.

¿Cuál es nuestro papel en la Cuarta Revolución Industrial?

Dice que estos principios son necesarios porque en este mismo momento se están debatiendo y formulando las normas sociales, los reglamentos, las normas técnicas y las políticas corporativas a través de las cuales se hará operativa la Cuarta Revolución Industrial. La evidencia de los tres desafíos descritos anteriormente ya se está haciendo visible, ya sea en el caso de sesgos algorítmicos o cambios en el mercado laboral que dejan a los trabajadores sin protección social.

Dado que muchas tecnologías disruptivas todavía están comenzando a surgir de laboratorios, talleres y departamentos de investigación y desarrollo de todo el mundo y que las regulaciones relacionadas con ellas están en proceso de actualización, existe una ventana de oportunidad para los ciudadanos y líderes de todos los sectores para que se unan para dar forma a los sistemas de la Cuarta Revolución Industrial. Debemos aprovechar esta oportunidad. El autor dice que si tenemos éxito, los beneficios incluirán una expansión más amplia de la prosperidad, una reducción de la desigualdad y una reversión de la pérdida de confianza que está dividiendo a las sociedades y polarizando la política.

Este último capítulo termina diciendo que la Cuarta Revolución Industrial podría producir sistemas que respalden poblaciones más saludables y duraderas con niveles más altos de seguridad económica y física, felizmente comprometidas en actividades significativas y gratificantes en un entorno sostenible. ¿Pero, cómo podemos llegar allí? se pregunta el autor; termina diciendo que, conectando los puntos de las diferentes tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial es el primer paso.

Ese será el tema del resumen del próximo capítulo.