La cultura es un agente erosionador.
Los paisajes cambian y lo hacen gracias a la dura, constante y cambiante batalla entre la cultura y la naturaleza.
Guerra enérgica e implacable creadora de dinamismo transformador.
De ese fragor surgen aleaciones que se establecen como herramientas de cambio como la forestación, el uso de energía, la urbanización o la ecologización.
Este cambio inevitable afecta las percepciones y los valores de las personas con profundas implicaciones para la forma en que se utilizan y configuran los paisajes.
Simplemente imaginemos las implicaciones que ha tenido en el cambio de dieta en los montañeses , nuestra dieta rica en productos lácteos y quizá, aunque no creo por la rapidez con la que hemos crecido, algún no demostrado rebote genético, nos ha hecho los más altos de España, y eso ha venido de los cambios en nuestro paisaje y nuestra forma de ser en los 50 y 60. (esto son imaginaciones mias, no un estudio cientifico)
Así que no es lo mismo que haya vacas que cerdos ni es lo mismo que se planten patatas o hierba, ni que se plante o no, ni que se emigre y despueble o que no, de hecho está por ver si en 30 años se mantendrá la altura.
El agente erosionador más potente a corto plazo geológico es la cultura, es el remodelador rápido, uno ve una foto de un paisaje y no ve más que un iceberg, cree que es fijo y se equivoca, se derrite y se mueve, aunque no de cualquier manera, tiene vida propia, en cada bahía los icebergs siguen un patrón reconocible, no hacen lo que quieren porque interactuan de forma dinámica con su entorno.
Probablemente por primera vez un humano medio pirenaico ha cambiado de paisaje en su vida, eso obliga a los que hemos vivido otras vistas a un reposicionamiento, por eso hay todavía gente que busca los sueños de sus abuelos, algo que no casa ni casará con la dinámica actual, por eso es fácil encontrar gente reivindicativa por el mundo de objetivos del siglo xix mientras los jóvenes están haciendo, tan tranquilos, sin prestarles atención para su escándalo.
Por ejemplo para los jóvenes del Pirineo muchas batallas están anticuadas y no son las suyas y muchos objetivos actuales los están logrando no al completo pero cada vez más, empezando por el primero que es poder quedarse a vivir en su valle, en casa.
En general los sueños permanecen validos si permanece la situación, si se mantienen los sueños sin ser los correctos se provoca una asincronía cosmica que impide avanzar por su peso insufrible, los sueños de los sincronizados se impondrán porque no hay ningun sitio moderno en el mundo que no haya superado los sueños de sus abuelos.
Una sociedad dinámica se distingue por su capacidad de crear sueños, pero sobretodo por sus sueños, dime tus sueños y te diré, no quien quieres ser, sino quien eres.
Carlos, es lo del fenotipo y el genotipo. El genotipo es algo más profundo y las raices forman parte del mismo. Eso es la fuerza que hace que se vuelva, no tanto el poder trabajar en un ambiente rural apetecible. El fenotipo es más superficial como tu lo describes.