La Cultura y Mentalidad Digital
Cuando escuchamos sobre transformación digital, comúnmente solo pensamos en la tecnología que está vinculada a los procesos o en procesos manuales que pueden ser sistematizados. Sin embrago, la cultura de la empresa es el factor clave para dar paso a una efectiva trasformación digital, recordemos que la cultura de la empresa se compone fundamentalmente de las creencias, valores y supuestos aceptados entre los colaboradores y todo esto como un sistema de comportamientos que está establecido a lo largo de la organización.
Cambiar la cultura de la organización hacia una mentalidad digital bajo el enfoque de un bien común entre, los colaboradores (la parte más importante de toda organización), la empresa y los clientes, si bien es una meta ideal, se puede convertir en un largo y doloroso camino, pero también y para nuestra buena suerte, si este cambio se planifica como debe ser, podremos evitar una proporción significativa del desperdicio que se puede producir durante el proceso de cambio, de hecho, este desperdicio podría ser en gran medida bien aprovechado o reciclado en pro a la gestión del cambio.
Una efectiva gestión del cambio organizacional va a exigir con el mejor de los sentidos la colaboración e integración adecuada entre todos los individuos y elementos que pertenecen a ella, ya que sería está el camino más eficaz para identificar claramente los aspectos relevantes de la cultura. La idea en la mayoría de los casos no es cambiar la cultura al 100% o cambiarla por otra, sin embargo, en algunos casos si aplicara. Se trata realmente de entender el Statu quo de la cultura y guiarla para que sepa descubrir por sí misma sus potenciales dones como también sus valores y posteriormente entrenarla para que sepa como ejecutar y mantener las acciones en pro a la mentalidad digital.
El apoyo externo puede ser de gran ayuda para visualizar más claramente ciertos aspectos que suelen ser obviados, tales como: supuestos, restricciones, riesgos y varios más. Esto es común que ocurra por el sesgo que puede estar generado por el actual sistema de comportamientos o creencias de la organización, es decir, la ayuda externa será necesaria en la medida que la cultura de la organización esté atrasada o adelantada con relación a la mentalidad digital.
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Hay muchos tipos de enfoques organizacionales, por ejemplo, están las 8 metáforas descritas por Gareth Morgan (2006) en su libro "lmages of Organization" (modelos generalmente usados y que podría haber varios más). Según Gareth Morgan tenemos organización como máquinas, como organismos, como cerebros, como culturas, como sistemas políticos, como prisiones psíquicas, como flujo y transformación y como instrumento de dominación.
Por otra parte, con relación a los modelos para el proceso del cambio, podemos darnos cuenta de que cualquier metodología traen consigo misma o de forma implícita un estado de cambio y estás a su vez necesitan una comprensión adicional en relación con los procesos de cambios involucrados. Existen varios modelos para llevar a cabo la gestión del cambio, entre ellos podemos mencionar algunos tales como el modelo de tres etapas de Lewin, que se basa en descomponer las mentalidades colectivas y con esto dar paso al cambio. Tenemos el modelo de ocho pasos de Kotter, el cual nos enseña una hoja de ruta para lograr el cambio y esta misma basada en errores comunes cometidos por la empresa. También me gustaría mencionar el modelo de pensamiento sistémico de Senge, basado en cómo se puede lograr un cambio significativo a través del aprendizaje. En fin, sea cual sea la metodología que se vaya a aplicar, esta debe estar basadas en un sólido plan o ruta para emprender un cambio organizacional importante y en pro al bien común para los colaboradores, la organización y para los clientes.
Saber identificar los tipos de cambios y conocer los factores que dificultan y ayudan al mismo es crucial para cumplir con los objetivos y así generar el menor roce o resistencia posible, antes, durante y post el proceso, es decir, tenemos que saber definir acertadamente las iniciativas que iremos a llevar a cabo porque estas, van a variar dependiendo de sus dimensiones tales como, el impacto, la profundidad, el foco, la naturaleza y el tiempo con el que contemos para aplicarlas.
En conclusión, para lograr y mantener la cultura y mentalidad digital dentro de la organización debemos estar dispuestos a tomar las iniciativas para involucrar a todos los individuos como un todo, con una clara visión en común, dar pasos proactivos para evolucionar la forma en cómo hacemos negocios para con nuestros clientes y optimizar al 110% la estructura organizacional para que el cambio sea perdurable al largo plazo y el sentido de ser de la trasformación digital entregue su máximo valor a los colaboradores, a la organización y a los clientes.