La de antes no volverá

Hace un poco más de un año, asumí el rol más importante de mi vida: un trabajo sin horario fijo y con la vida de mi hijo bajo mi responsabilidad. Las recompensas de mi esfuerzo eran verlo crecer sano y fuerte. En definitiva, doy gracias a Dios por su vida y su presencia en la mía, pero no deja de ser un hito significativo en mi vida personal y profesional.

Hace un poco más de un año, era dueña de mi tiempo y tenía una planificación muy organizada de mi día a día. Encontraba espacio para desarrollar y ejecutar proyectos de desarrollo a través de mi trabajo formal, estudiaba un máster, creaba contenido en redes sobre mi estilo de vida saludable y hacía ejercicios de fuerza y cardiovasculares para energizarme.

No, no me estoy quejando. Estoy reconociendo que mi vida cambió, y es mucho más divertida ahora que estoy redescubriendo el mundo a través de los ojos de mi hijo. Tengo la certeza de que, aunque me siento en pausa profesionalmente, tengo un motor renovado para reestructurar mis metas.

La maternidad hoy en día es muy idealizada. Acepto que llegué a ser ingenua al pensar que, como se ve en redes sociales, yo iba a poder con todo: ser mujer, ser profesional, ser esposa y ser mamá. La realidad es que ese balance no existe. Pero como soy una freak de la planificación (aunque ya entendí que hay que ser flexible), he podido entender que hay que priorizar. Precisamente durante el primer año de vida de mi hijo, él ha sido la prioridad. Me ha costado entenderlo, aceptarlo y abrazarlo.

Muchos se preguntarán por qué escribo sobre maternidad en una plataforma profesional. Lo hago simplemente para otras mujeres que puedan estar pasando por ese duelo personal de dejar ir a la mujer empoderada, decidida y capaz que eran antes. No es que ya no lo sean (pueda que se lo cuestionen), ahora somos una mejor versión que quizás necesita un poquito de tiempo para volver a florecer.

Y aunque mi vida haya cambiado, no hay nada que me detenga. Estoy más decidida que nunca a reenfocar mis metas. Siempre habrá desafíos en el camino. Esto es un reminder de que ya pasará. ¡Sigamos adelante!