La desconstrucción de la política tradicional
Sin lugar a dudas el pasado sábado 24.07.2021 el cierre de listas para las próximas elecciones intermedias del 14 de noviembre ha marcado y ratificado nuevamente la manera que ha encontrado la política argentina de desarrollarse, transformarse y dar continuidad a un sistema democrático que lleva 48 años de vida interrumpida. Con varias crisis en sus espaldas tanto de índole económica como políticas.
El año 1983 las elecciones presidenciales marcaban el retorno de la democracia tras los procesos de irrupción militar, hasta el año 1995 la vida política era dominada por los partidos políticos, con un sistema bipartidista simulando una relativa alternancia entre la UCR y el PJ, las dos fuerzas mayoritarias hasta ese momento.
Ya para el año 1998 la UCR intenta el primer frente electoral mixto, y convoca a fuerzas progresistas y a peronistas disidentes, logrando desplazar al PJ del gobierno nacional. La fórmula victoriosa estuvo conformada por Fernando De La Rúa (UCR) Y Carlos Alvares (Frepaso – ex PJ)
Si bien en el pasado encontramos unos tibios ensayos, algún tipo de alianzas en la primera presidencia del Juan D Perón utilizando la estructura del partido laborista con Cipriano Reyes, o el encuerdo entre Frondizi y Perón que termino naufragando, esto se dio durante el periodo de proscripción del peronismo, pero ninguno de estos hechos aislados ha generado una práctica sostenida en el tiempo ni ha producido cambios en la metamorfosis de la política argentina.
Sin embargo, si encontramos en la construcción política de 1998 que llevo al poder a la “Alianza país” las características anteriormente descriptas. Una nueva formar de metamorfosis política que le ha dado a “la política” nuevas herramientas.
Estas herramientas le han permitido ampliar las fronteras partidarias y hasta ideológicas resumiéndolas en los que hoy conocemos como frentes electorales (FEs), si bien los acuerdos y los consensos son las bases estructurales de la ciencia y práctica política, pudimos ser testigo de la mutación o en términos más académicos del cambio de una forma de hacer política a otra.
En la actualidad los FEs dominan la escena política y los partidos políticos son ordenadores de los lugares en las diferentes listas electorales, porque en muchos caos no queda bien definido quien gobierna o peor aún ¿para qué? se gobierna. A ambos lados de los dos frentes mayoritarios nos encontramos con, lo que hace algunas décadas atrás eran justicialistas, Radicales, socialistas, humanistas, y liberales, como partidos únicos protagonistas de la escena política hoy se encuentran licuados dentro de esos FEs.
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La política moderna no escapa a los resultados, modelo que gana, modelo que se queda, y se quedó. Primero vino la alianza país, después de la crisis económico / política del 2001 vino el Frente para la victoria, vino el frente amplio (alianza entre Socialistas y radicales en la provincia de Santa FE, que permitió que el socialismo gobernara por primera vez un distrito en la Argentina), vino Cambiemos, el frente renovador y hasta buena parte de los partidos de izquierda se han unido y de a poco vienen logrando consolidad una posición nacional, pasada la elección, según hayan sido los resultados vuelven a rotar, como en el voleibol, o cambian de lado y cambian el nombre del FEs, y a la cancha nuevamente.
Una de las características mas notables de esto es lo que dimos en llamar “deconstrucción política” es que los cambios y las rotaciones son tomadas por la sociedad, como algo natural, algo esperable, y no ya como algo traumático, como una ruptura con el pasado, es una disrupción también en el orden político como lo es en lo social. Se eliminan las barreras partidarias y cualquiera puede ir a cualquier lado, siempre que haya o exista política, ya no partidaria solo “política”
Sin embargo, este fenómeno no es propio de la Argentina, en el ámbito regional, vemos los problemas que ha tenido la concertación en Chile que durante años ha gobernado el país después de la salida del gobierno de Augusto Pinochet Ugarte. La herencia dejada por Patricio Aylwin, Ricardo Lago o la misma Michelle Bachelet, ha quedado diluida, hoy el espacio se encuentra con serios problemas de representatividad, pero la “política” ha encontrado otros FEs donde desarrollarse y capitalizar esos espacios vacantes, es menester mencionar que la concertación era un FEs.
Casos similares podemos encontrar en Uruguay, donde los partidos tradicionales que se alternaban en el poder ahora conforman un mismo FEs. Para enfrentar al Frente amplio, mismo caso es el de México donde también los partidos tradicionales ensayan estrategias similares para enfrentar al partido Morena de AMLO.
Encontramos que el concepto de deconstrucción social imperante en la sociedad actual, también podíamos aplicarlo al estudio de la ciencia política y tratar de dar alguna explicación posible a los grandes cambios que ha manifestado la política argentina en este último tiempo.