La disrupción tecnológica es el principal riesgo corporativo y la innovación abierta es la mejor arma para protegerse

La disrupción tecnológica es el principal riesgo corporativo y la innovación abierta es la mejor arma para protegerse

La innovación puede ser definida desde distintos enfoques, pero existe un factor común que la determina: se trata de crear valor a partir de la acumulación del conocimiento organizacional. Entonces nos encontramos con 2 desafíos distintos a la hora de innovar: el primero es saber cuál es el valor potencial, que puede ser explícito en el mejor de los casos o desconocido en la generalidad. El segundo desafío es conocer cuál es el conocimiento organizacional, y luego, cómo expandirlo de forma eficiente para ampliar las capacidades innovadoras.

Es por esto que el conocimiento es el principal activo de las organizaciones en la presente era, y su protección es la mejor práctica de gestión. Sin embargo, especialmente en las organizaciones pequeñas y medianas, esto se convierte en una paradoja, ya que “nadie inventa lo que no conoce”, y si no se abre la organización a nuevas fuentes de conocimiento, las posibilidades de creación de valor de una forma novedosa quedan extra limitadas.

Es necesario entonces encontrar un modelo de gestión que permita abrir la organización de forma inteligente para crear valor de forma colaborativa con su entorno, y no me refiero solo a brainstorming con clientes y proveedores. A continuación te comparto 3 estrategias para expandir el conocimiento organizacional y generar insights que resultan en innovaciones de producto o servicio que le permita a tu empresa diferenciarse del resto

Tener una visión

Parece algo sencillo pero cuando ponemos la pregunta, pocos directivos articulan rápidamente la visión sin antes revisar su página web. Y en solo contados casos la visión los motiva y compromete.

Sin visión compartida no hay un norte que alinee los esfuerzos organizacionales. Es el primer paso para innovar de forma eficiente, creando valor de forma proactiva al contexto. Es lo opuesto a esperar a que la disrupción nos obligue a movernos.

Gestionar el conocimiento

En el siglo XXI los desafíos dejaron de ser complicados y pasaron a ser complejos, porque las relaciones causa-efecto dependen de tantas variables que es imposible para una sola organización, comprender toda la información necesaria para encontrar una solución sostenible. El desafío es aún mayor para compañías pequeñas. El conocimiento es hoy el principal activo y es crítico dominar su stock y flujo para ampliarlo de forma inteligente a través de la colaboración con terceros. La innovación abierta es el camino más eficiente para ampliar nuestras capacidades creativas. Buscamos innovar para ser los disruptores y estar delante de potenciales nuevos jugadores. 

Implementar un método

Es un mito que la innovación es caótica. Solo es caótico aquello que no comprendemos la dinámica que lo gobierna. La mejor forma de gestionar la incertidumbre es a través del aprendizaje, y para ello es necesario tener un método. Un proceso de innovación que permita medir, controlar y mejorar el aprendizaje organizacional es clave para acelerar los tiempos y controlar los costos de la innovación. Si vamos a ser disruptores, debemos hacerlo de forma rápida y eficiente.

Si te gusta lo que leíste y te interesa conocer cómo llevarlo a la práctica en tu empresa, contactanos: jfgarciadiaz@emprear.org.ar

 Juan Francisco Diaz Garcia, Director de innovación en empresas.


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