LA ECONOMIA WALL-E
Cuando analizamos la película Wall-E en el ámbito económico, resulta paradójico percatarse de que, el hecho más resaltante de la película en este aspecto es "nada", y es que en el filme se puede observar una sociedad con una economía totalmente estancada y prácticamente inexistente, precios, billetes, monedas, entre otros elementos cotidianos de la dinámica económica actual, no se hacen evidentes a lo largo de la película. Una de las causas principales de esta situación es la automatización de la totalidad de los procesos de la vida del ser humano. Actualmente, día tras día, el hombre hace uso de su ingenio y capacidad inventiva para desarrollar la tecnología que le haga la vida más sencilla o, en otras palabras que logre automatizar los procesos que, a priori, realiza el ser humano de manera rudimentaria y tradicional. Visto esto, cabe hacer la pregunta ¿Es acaso posible que algún día se logre automatizar todas y cada una de las acciones que lleva a cabo el ser humano? Y si así fuera ¿Qué pasaría y que haría ahora el hombre?. A pesar de que una respuesta afirmativa a la primera pregunta resulta prácticamente inconcebible, en el mundo imaginario de Wall-E, esto ocurre y podemos observar, a bordo de la nave axioma, una posible respuesta a este escenario. Con un robot diseñado para cubrir cualquier necesidad de la persona, los tripulantes de esta nave son personas totalmente vacías, sin ningún tipo de conocimiento pragmático y con una evidente pérdida del sentido de la innovación, pues evidentemente se han quedado sin campo para ello. Cuando pensamos en economía, uno de los principales atributos que nos vienen a la mente es su imperante dinamismo, por lo que esta economía totalmente estancada parece, en primera instancia, ajena a la realidad. La economía como la conocemos no es observada en el Axioma. Las necesidades y servicios que deben cubrirse en la actualidad, son atendidas por robots. No hay intercambios comerciales de ningún tipo, pues los robots no requieren del gasto que implica un sueldo para cubrir sus necesidades. Es posible notar que la película deja varias interrogantes sobre la mesa, ya que no explica cómo son obtenidos los recursos básicos para la vida del ser humano, como el alimento y el agua. Si bien, las personas pagaron para viajar en el crucero una tarifa, pero luego de muchos años, más de los que se esperaban, continuaban en él. Los recursos obviamente debieron haberse acabado, puesto que no se evidenció producción de ningún tipo. Este sistema de producción automático a bordo del Axioma es insostenible. A medida que la tecnología avanza, nuestro tiempo libre aumenta, ya que la tecnología nos facilita muchos aspectos de nuestra vida, pero en Wall-E podemos observar como el día a día sin el peso de un trabajo u otras obligaciones, ha dado lugar a un mundo post laboral de ocio, aburrimiento, y un estilo de vida sedentaria. Las personas viven desde su silla, y sin ser conscientes de ello, están inmersos en una realidad virtual que nos les permite darse cuenta de lo que sucede en su entorno. Otro elemento interesante, que se puede analizar a partir de la película, son las condiciones que llevaron al ser humano a abandonar su propio planeta. La humanidad convirtió a la Tierra en su depósito de basura. Guiándonos por la acepción más elemental de economía como "forma de administrar los recursos" se puede observar cómo se siguió un modelo económico de consumismo e inexistente conciencia ambiental que fueron capaces de acabar hasta con el oxígeno, indispensable para la vida del hombre. Estos parámetros son característicos de un modelo capitalista extremista, predominante en países desarrollados, con avance sostenido, en los cuales el desarrollo de la tecnología y la producción crecen a pasos agigantados, así como los desechos.
Créditos A.Sanchez