La educación en Colombia: el desafío de seguir transformándose

La pandemia hizo parte del trabajo: el apenas 10% de alumnos que utilizaba algún tipo de modalidad virtual para estudiar en 2018 (según Red Ilumno) creció de manera exponencial para alcanzar, según se publicó en algunos medios periodísticos nacionales recientemente, al 70%.

Ahora, las instituciones educativas necesitan tomar las riendas y utilizar las nuevas tecnologías ya no porque se ven obligadas a hacerlo (como ocurrió en la pandemia), sino para generar ventajas competitivas y experiencias únicas tanto para docentes como para estudiantes.

Desde asistentes virtuales basados en inteligencia artificial para dar respuestas rápidas e inmediatas a las consultas (en especial, cuando se trata de preguntas recurrentes, como las fechas de examen o el vencimiento de las cuotas) hasta soluciones como E-Schooling, de Nubiral, que permite extender los recursos de la institución a cualquier lugar del mundo.

Esto es apenas el principio del camino. Con la realidad virtual, la realidad aumentada y el Metaverso, por ejemplo, es posible generar experiencias inmersivas para dar clases únicas. Un estudiante de ingeniería puede asistir a la construcción de un puente y uno de historia puede recorrer el Partenón, en ambos casos sin moverse del aula. Mientras tanto la inteligencia artificial puede ser clave para generar predicciones respecto de la orientación vocacional de los alumnos en base a sus comportamientos y patrones.

La educación nos prepara para el futuro. Y el futuro nos promete una mejor educación. Un círculo virtuoso que ya está activado y que podría ser clave para el desarrollo de nuestro país.