La Educacion como via

Por: Orestes Gomez.

“Aquellos a quienes los dioses odian, los hicieron profesores”. Rezaba un antiguo adagio condenando la profesión, en un adelanto a la expectativa del proceso educativo, que genera la necesaria trascendencia del alumno al maestro. El papel de la educación en la sociedad que se jacta de ser moderna, actual y vanguardista, atraviesa un pantanoso espacio en el que su integridad y trascendencia, podrían resultar tocadas.

Atrás ha quedado el concepto que la señalaba como el aparato reproductivo del estado y hoy manifiesta ser un instrumento y vía de superación de las capacidades del ser humano.

Diversas clasificaciones han alentado sus estrategias y caminos, pero cabe mencionar dos vías en las que ha transitado la educacion en el país: La Escuela Social y la Escuela Inclusiva.

Hemos comentado la vía social de la educación en ese intento por dotarla de la sensibilidad necesaria para atender a las raíces del conglomerado social. Sin embargo en ocasiones se pierde el concepto y se traduce en estrategia política para llegar a los más necesitados y aprovechar sus status.

Por otro lado la Educación Inclusiva, definida como "un proceso para tomar en cuenta y responder a las diversas necesidades de todos los estudiantes por medio de prácticas incluyentes en aprendizaje, culturas y comunidades, y reduciendo la exclusión dentro y de la educación. Esto implica cambios y modificaciones, de contenido, enfoques, estructuras y estrategias con una visión común que cubre a todos los niños(as) del rango apropiado de edad y una convicción de que es la responsabilidad del sistema regular educar a todos los niños(as).”

Resulta evidente que un pueblo educado es aquel que marca el ritmo mundial de los sucesos del desarrollo, múltiples ejemplos confirman que es atraves de este medio, como los países del llamado primer mundo, han sostenido no solamente la economía del planeta, sino fincado el futuro de su sociedad atraves de los tiempos.

Es en el aula, entre las pizarras, los ábacos, las bolitas y los palitos, los cartelones, los periódicos murales y hoy los multimedias, en donde el ser humano del pasado, del presente y del mañana, adquiere la plenitud de los conocimientos, hábitos y actitudes, que formaran al hombre-líder que necesita el país para desarrollarse.

Lo desafortunado de las competencias, es que solo existe un primer lugar y quienes pierden son excluidos. En materia educativa, si excluimos, estamos condenando.

Sin embargo hay una tercera vía, que puede impactar el futuro de los educandos atraves de la Educacion revolucionaria, que implica que el ser humano se adentre en su entorno colectivo y modifique sus entrañas, absorba los mejores hábitos, tenga tiempo y apoyo para la investigación y transforme su entono al mismo tiempo.

En un mundo de competencias, como es el actual, los seres humanos se enfrentan en todos los ámbitos a fin de subsistir, existen adversarios en el salón de clase (para saber quién es el más inteligente), en la familia (para demostrar habilidades), en el trabajo (para lograr el puesto deseado o para subsistir), por mencionar ámbitos, por ende lo imprescindible es educar para ese contexto.

Educar sin duda es trascender y trascender es dejar huella, remediar, fincar y sobre todo motivar a las generaciones, que harán lo que para nosotros, no fue posible.