LA “ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE I+D+I EN INTELIGENCIA ARTIFICIAL”, EL EMBRIÓN DE LA QUE SERÁ LA FUTURA ESTRATEGIA NACIONAL DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA)
Granada fue la ciudad escogida para acoger el pasado mes de marzo en el Palacio de Congresos las Jornadas “Estrategia Española I+D+I en Inteligencia Artificial”, en las que el Ejecutivo Español, y en concreto el actual presidente del Gobierno Pedro Sánchez, presentó el documento que servirá de base para confeccionar la futura “Estrategia Nacional para la Inteligencia Artificial”, que viene impuesta por exigencias comunitarias[1], en la que colaborarán once ministerios y que esperan esté lista durante este año 2019.
Pedro Duque, Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, y uno de los redactores del documento presentado el 4 de marzo, vino a resaltar en el acto que el rápido avance que está desplegando la IA en la vida diaria de las personas va a hacer de ésta una de las disciplinas más influyentes en la transición hacia una nueva sociedad. Por su parte, el presidente durante su intervención, y en clara sintonía con el anterior, no quiso concluir las Jornadas sin antes destacar la absoluta necesidad de que tanto España como Europa avancen conjuntamente en esta línea de progreso social y económico a la vista de la importancia que están cobrando las tecnologías relacionadas con la IA.
Si bien el documento “Estrategia Española de I+D+I en Inteligencia Artificial”, elaborado en el seno de la Secretaría General de Coordinación de Política Científica del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y por el Grupo de Trabajo en Inteligencia Artificial (GTIA) creado en 2018 por este mismo Ministerio, se configura como un elemento clave para el desarrollo del marco europeo, no deja de tratarse de un documento cuyo contenido más que centrarse en la estrategia de futuro a seguir más bien repasa la situación actual de la IA. Por lo que, la “Estrategia Nacional para la Inteligencia Artificial”, y pese a las similitudes que puedan presentar los nombres de ambos textos, aún queda pendiente de elaboración (y aprobación) en los próximos meses y deberá desarrollar el contenido del documento presentado en marzo.
Si bien, ciertas recomendaciones tales como la necesidad de incluir el conocimiento y uso de la IA en el mercado laboral, y en el fomento, recuperación y atracción de talento; su inclusión en el sistema educativo “como palanca de cambio”; o la necesidad de velar por un uso ético de la misma ya se ponen de manifiesto en este primer trabajo.
Por su parte, el Ejecutivo Europeo, pese a no haber desarrollado todavía normativa en materia de IA y robótica, ha planteado siete imperiosos principios éticos que esta nueva e incipiente industria deberá respetar, así como cualquier futura ley que se dicte sobre estas materias. Todos ellos orientados directamente a garantizar que las aplicaciones de la IA no socaven la dignidad humana y los derechos y libertades fundamentales de todas las personas. Destacamos dos importantes documentos aprobados recientemente por el grupo de expertos en IA constituido por la comisión, en particular “Ethics Guidelines for trustworthy AI” y “Policy and investment recommendations for trustworthy AI”.
Sin duda se trata ésta de una materia en pleno desarrollo que va a ir experimentando grandes cambios en los próximos tiempos, lo que se traduce en la existencia de una profunda laguna legal que deberá irse paliando de forma progresiva en el tiempo. Estaremos muy atentos estos próximos meses por ver cómo se va desarrollando el escenario normativo de esta etapa a la que algunos ya se refieren como la “Cuarta Revolución Industrial”.
[1] El “Plan Coordinado de la IA”, aprobado a finales de 2018, establece la obligación de que los Estados Miembros de la UE deberán aprobar, a lo largo de este año, una “Estrategia Nacional para la Inteligencia Artificial”.