La experiencia en la empresa ¿Se aconseja un nuevo "mix"?

La experiencia en la empresa ¿Se aconseja un nuevo "mix"?

 A lo largo de los años hemos presenciado tendencias en la contratación de ejecutivos en América Latina.  Desde mediados de 90's y en buena parte de la primera década del milenio se valoró y priorizó mucho la juventud de los ejecutivos por su empuje y visión emprendedora.  Eran épocas de crecimiento agresivo y de expectativas de gran desarrollo empresarial.  Las ideologías liberales con su ola privatizadora fueron hegemónicas en la región y con ello se abrió un tremendo campo para la reorganización de empresas estatales y la creación de un nuevo entorno de libre competencia.  La velocidad y dinamismo de las decisiones empresariales requerían un nivel enorme de energía y ansias de un desarrollo de carrera agresivo y en base a resultados.  Desde la perspectiva de cultura organizacional se privilegiaron valores como orientación a resultados, trabajo bajo presión, trabajo en equipo, etc.  El perfil y estilo del líder ejecutivo por excelencia en el DISC era el directivo, el dominante, el "rojo".  Mientras más fosforescente, mejor.  Eran tiempos de riesgos, de atajos.  Y los errores costosos incluso se valoraban como parte del aprendizaje.  El componente de la experiencia en el talento humano, por lo tanto, no recibía la valoración más significativa de los altos directivos de la empresa.   El potencial de crecimiento gerencial agresivo era mirado, admirado y cuidado por sobre cualquier otro segmento del "activo laboral".

¿Están cambiando los tiempos?

La empresa es riesgo por definición, sin duda.  Eso no va a cambiar.  Pero sí ha variado el contexto.  Es distinto manejar la empresa en tiempos de crecimiento que en tiempos de estabilidad y que en tiempos de decrecimiento o de crisis.  Hay toda una generación de ejecutivos cuya experiencia se ha desarrollado íntegramente en contextos de bonanza que hoy se ven sustancialmente distintos.  Bajo una perspectiva de crecimiento la mentalidad esté enfocada en contextos de mercado y en lógicas de políticas regulatorias totalmente distintas a las que se vienen presentando.  Debe notarse que hay una generación mayor que ha recorrido los tiempos más duros que se recuerden en el contexto económico y regulatorio.  Que se ha visto manejando contextos de controles de precios, de intervencionismo estatal severo y de cambios inesperados en las posiciones y decisiones de funcionarios de gobierno, con impactos enormes en la manera de hacer negocio y en los resultados subsecuentes.

Es seguramente tiempo de considerar un "nuevo mix" de ejecutivos en el equipo gerencial, incorporando de modo más significativo a miembros que representen la experiencia en algunas de las funciones clave de la empresa.  Pero no solo es una cuestión de número o "correlación" sino por sobretodo un mayor nivel de empoderamiento: una voz más fuerte a la que se presten más oídos en los procesos de decisión de negocio que pudieran conllevar riesgos antes ni siquiera considerados.

Es crucial no irse al otro extremo.  No se trata de ponerse la etiqueta de "conservadores" y mucho menos de "temerosos".  El ejecutivo de experiencia puede también resultar un peligroso lastre para la empresa si no ha incorporado en su know-how el espíritu de emprendimiento agresivo, sabiendo asumir riesgos cuando es necesario hacerlo.  El valor del ejecutivo experimentado consiste muchas veces en predecir giros o contratiempos que para los jóvenes resultan inimaginables.  Los planes de contingencia se enriquecen con visiones y perspectivas de otros tiempos que en el nuevo contexto tendrían que considerarse.  Las estrategias se enriquecen.  Pero no se debe renunciar jamás a ser cada vez más competitivos, más proactivos y más flexibles.

El ejecutivo experimentado de valor debe ser flexible, adaptable a las culturas corporativas de hoy, con grandes capacidades de relacionamiento con sus colegas y jefes menores en edad e, importantemente, haberse mantenido como un incansable alumno de la vida empresarial a lo largo del tiempo.

A su vez, las empresas deben romper los paradigmas de considerar a los ejecutivos experimentados como incapaces de adaptarse a la cultura o a la dinámica de funcionamiento de la empresa.

Elizabeth López Razzeto

Sostenibilidad y RSC | Relaciones Institucionales e Imagen

9 años

Bien dicho!!

Jose Barrera

Coach Profesional / Principal CEO en BACO Barrera Consultores

9 años

Bien puesto la etiqueta de "incansable alumno de la vida empresarial". Los que tuvimos la grata experiencia de pasar por distintas épocas económicas, de emprendimiento, bonanza, velocidad crucero y estancamiento de la economía, en ambientes variados desde la familiar, la de puerta abiertas y participativo, la autoritaria podemos decir que muchas empresas pasaron por nuestras vidas y nos llevamos gratos aprendizajes de cada uno de ellos. En la la vida profesional a diferencia de la vida militar, los grados no son por antigüedad. Cada generación tiene mucho que dar y considero que la mezcla de ellos es lo que debe aprovechar hoy en día las empresas y las personas aceptarse uno al otro y considerar que en estos casos uno mas uno no son dos, es mas.

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