La falacia de la innovación abierta o la verdad de la milanesa... a la peruana

Ya que últimamente se habla mucho sobre el cambio, transformación, cultura e innovación; me gustaría hablar sobre mi experiencia lidiando con ellos a lo largo de mi vida profesional. Me ha tocado ser parte de innumerables procesos de cambios como para afirmar que los viví intensamente pero guiados todos, más como declaraciones de buenas intenciones, que como procesos sostenibles fundamentados en una clara visión de mediano y largo plazo.

La innovación no está más cerca de las startups que de las corporaciones, como tampoco está más cerca de quien ostenta la billetera más gorda o de la empresa mas exitosa. Hay luces y sombras en ambos extremos y como suele suceder, no podemos generalizar pues conozco también de cerca aquellas honrosas excepciones.

Durante más de 10 años me ha tocado ser parte de iniciativas de innovación abierta desde diferentes frentes. Puedo decir entonces, con la autoridad de quien lo sufrió en carne propia, que igual se puede fracasar desde una gran transnacional líder del mercado, como desde un emprendimiento con una propuesta de valor diferencial, soportado por una reputada incubadora de negocios o guiado por una consultora de clase mundial.

Basado en las experiencias de todo lo vivido, aprendí algunas cosas que me gustaría compartir pues pueden ayudar a ejemplificar y desmitificar aquello de los que mucho se habla y pocos llevar a la acción con resultados exitosos:

1. VISIÓN: Nunca habrá viento a favor para quien no tiene el norte claro; el liderazgo e involucramiento de la cabeza del barco es fundamental para llegar a buen puerto.
2. PROCESO: La innovación es un ejercicio de mediano y largo plazo. Hay que abordarlo como sembrar un campo, desde cero, preparando tierra fértil donde algún día cosecharemos los frutos maduros de aquellas semillas que sembramos con esmero.
3. HUMILDAD: Nada de lo que hayas hecho bien hasta hoy, te garantiza el éxito mañana. Te sorprenderá lo mucho que puedes aprender de alguien mas.
4. APERTURA: y por último, se debe tener los pies en la tierra, reconocer que no lo podemos saber todo, que por más que seas exitoso que hayamos sido, ser sostenible en el largo plazo es un trabajo en equipo.

Saborear los frutos de la innovación abierta puede llevarte años o pocos meses, no hay receta infalible, pues son muchos factores los que influyen en el resultado. Cabe mencionar que nadie está libre del fracaso, me ha tocado pasar por ello. He fracasado en lugares donde uno pensaría que era imposible, pero también he podido salir airoso donde otros pensarían que no podría lograrse.

Está claro que no hay formulas secretas ni receta para ser aplicada por todos para tener éxito. Cada quien debe encontrar lo que mejor le funcione en su propia coyuntura, en su sector, en el momento en que se encuentra y con los recursos con los que se cuenta. Sin embargo, empecemos por aceptar que nos tocará abrazar la incertidumbre cada vez con mas frecuencia y que el mejor punto de partida siempre pasará por dejar de lado el ego y abordar los procesos de cambios constantes como "la nueva normalidad".