La fase de enamoramiento del trabajo recomiendo no saltársela

A lo largo de nuestra vida laboral, hay varios momentos cruciales en los que nos preguntamos si realmente somos felices con lo que estamos haciendo, si nos gusta el trabajo que desempeñamos o si estamos dónde nos gustaría estar.

Por eso, es importante enfocar nuestras vidas a un ámbito laboral que nos atraiga, nos llame la atención y que consiga que la mente nos pida a gritos, más.

No es un secreto que tendemos a ponerle más empeño, más ganas y más corazón a aquellas tareas que nos gustan, que disfrutamos y que realmente queremos hacer.

 Pero ¿Y qué pasa cuando nos toca hacer algo que no nos encanta?

En esos momentos, parece que vivimos atrapados en una realidad que nos consume en el día a día y llega un punto en el que acabamos trabajando por inercia mas que por las ganas de sacar algo bien hecho.

Llegados a este punto, es cuando nos tenemos que parar a pensar en que decisiones podemos tomar para volver a retomar esa posición de satisfacción en el trabajo.

Por eso, adelantándome a esta situación, con mis 27 años de vida, he llegado a la conclusión de que tenemos que luchar por lo que nos gusta.

Mi madre solía decirme que todo el mundo trabaja en algún momento de su vida, que nadie está eternamente sin hacer nada y es verdad. Sin embargo, invertimos mucho tiempo en busca “del trabajo”, llegando al punto en el que priorizamos cantidad en entrevistas en lugar de calidad en puestos de trabajo.

Que no siempre vamos a empezar en el trabajo de nuestros sueños es una realidad. Más bien, qué afortunados aquellos que lo consiguen de primeras y no mueren en el intento. Sin embargo, para una inmensa mayoría, yo incluida, nos cuesta más encontrar lo que nos apasiona, nos entusiasma y nos motiva a querer dar más de nosotros.

Sin embargo, la clave del éxito reside en la pasión.

Nos va a costar remover cielo y tierra llegar hasta ahí, pero una vez llegados, el trabajo sabe mejor, los días se hacen más cortos y los resultados son más productivos.

La clave del éxito siempre estará en ponerle pasión a todo aquello que hagas. Y ya no hablo solo en el ámbito laboral. Las personas se mueven por impulsos y sentimientos y nuestro cuerpo siempre va a reaccionar mejor ante estímulos positivos.

Con esto, solo quería compartir que es importante que nunca se nos olvide ponerle ganas a todo lo que hacemos y si llegamos a un límite en el que la que la pasión brilla por su ausencia, retroceder en el camino para ver dónde perdimos ese entusiasmo.

Tenemos que ser capaces de encontrarla en cada acción que emprendemos y escalar hacia el éxito ya sea laboral o personal.