La fotografía es un medio, no un fin.
Foto: José Ramón Briceño Diwan

La fotografía es un medio, no un fin.

La fotografía es un medio bastante versátil, da para todo, desde ganarse la vida hasta guardar pedazos de ella en papel químico o en digital, hay quienes terminan de hacer de ella un arte, otros la prostituyen de tal manera que da vergüenza decir que tenemos el mismo oficio, algunos hasta invierten miles de dólares solamente para fanfarronear frente a los amigos y hacer las mismas malas fotos de cuando tenía la cámara desechable.

Alguna vez en una entrevista me preguntaron que, si alguna institución de prestigio me contratase para formar artistas, cuál sería el consejo básico para poder llegar a ser fotógrafos exitosos, lo que le contesté a la periodista fue que “Les demostraría que la fotografía es un medio, jamás un fin” mientras alguien crea lo contrario terminará siendo parte del montón increíble de malos fotógrafos que se creen la octava maravilla del mundo. Millones de esos hay pululando por ahí, lo peor es que muchos terminan dando clases y diciéndole a sus alumnos que si no tienen la cámara tal de cinco mil dólares, el ordenador más caro o la óptica de cristal de roca más costosa del catálogo jamás podrán aspirar a nada, una falacia del tamaño de la luna que muchos se creen a pies juntillas, todo por llenar el vacío intelectual de quien en vez de buscar que expresar , buscan impresionar con equipos maravillosos que facilitan mucho el trabajo , pero al final solo son herramientas, en el fondo es solo la búsqueda de “algo” que les permita sentirse superiores a sus alumnos como para tener el valor de dar clases de fotografía, que, aunque sea lo respeten sus alumnos por el equipo ya que no hay trabajo.

Puedes manejar la técnica de los gurúes de los blogs y revistas especializadas, gastarte miles de euros en equipo, tener el estudio soñado, las mejores luces, los cientos de gadgets electrónico y aun así, puedes ser malo, la “foto bonita” es como un jarrón chino, muy bello pero inútil. La imagen perfectamente lograda pero sin ninguna intención comunicativa es como un mal poema, puede ser que lo leas una vez, pero nunca más te molestas en volverlo a ver, pues es tan común que no tienen sentido darle otra mirada.

La “buena” foto

La buena foto es esa que responde preguntas, genera otras, a algunos las preguntas mismas son la respuesta a su búsqueda, eso es una buena imagen, esas cuya composición te parece algo nuevo a pesar de ser cotidiano, te muestra otros mundos que a su vez reflejan lo que hay al fondo de las pupilas de quienes toman esas fotos, no necesariamente tiene que ser “artística” solamente, también nos encontramos maravillas así en el foto-periodismo, la moda, el retrato, científica, submarina y hasta de eventos sociales, donde todos tienen sus contra partes ramplonas , vulgares y silvestres, que al final es lo que más abunda . Hay el mal entendido de que solo la fotografía en blanco y negro es “artística”, sin embargo, la escogencia de la técnica fotográfica a usar solo está definida por la intención comunicativa de esa imagen, aunque ella, en sí misma, a su vez sea el medio del que se vale el fotógrafo para comunicarse con el mundo.

El fin, ganarse la vida

Por supuesto, la originalidad real o imaginaria no es necesariamente obligatoria, interpretar y acertar lo que pide un cliente es un súper poder que no tienen todos, eso podrá permitirte ganarte la vida sin mayor sobresalto, sin embargo (pienso) es como vender el alma al diablo, solo trabajar para comer terminará volviendo al fotógrafo un autómata del obturador, no todos debemos ser artistas, así como no todos los cocineros son Chefs, tampoco todos los fotógrafos tenemos que ser virtuosos. Como efecto negativo, es factible que tener la barriga llena, pero en algún momento te darás cuenta de que no tienes el corazón contento.

Ganarse la vida es un fin bastante honorable y el medio para lograrlo es hacerse de toda la parafernalia necesaria para lograr la cobertura con la que sueñan los clientes, se de muchos que hace rato se dejaron de pretensiones artísticas, se compraron un dron y se dedicaron a hacer de cada trabajo una súper producción (o al menos que lo parezca) con tomas aéreas y demás haciendo muy felices a sus clientes, el problema básico con eso es que luego de mucho andar terminas haciendo un trabajo mecánico , algo así como una historia redactada y contada por una IA, puede cumplir con todos los requisitos para poder ser comprada pero carecerá del alma de su creador porque este simplemente no existe, es como hacer de fotógrafo con un libro de recetas bajo el brazo, en algún momento todo terminará pareciéndote igual y los clientes terminaran migrando a quien le muestre cosas “novedosas” , a veces esas cosas son llamadas “retro” una vuelta atrás para ofrecer un servicio disruptivo, todos anhelan tener un álbum único pero de solo vivir de ello terminas haciendo muchos clones del mismo trabajo con tres con cuatro variantes dadas por el presupuesto.

Antes de pasar a otra cosa hay un asunto importante que tenemos que tener en cuenta, hay clientes para todo el asunto es saber dónde buscarlos y como captarlos, por eso es tan importante la especialización, eso además permite pensar sobre el tema con la suficiente holgura como para “adivinar” la evolución del evento (el que sea) y esperar el instante preciso donde la imagen conjugue todos los elementos para volverla una foto icónica sin que necesariamente sea candidata a un Pulitzer, en todo caso en cada trabajo, por muy rutinario que sea, siempre se debe buscar alguna imagen “distinta”, bien sea para el cliente o para uso personal, es un ejercicio que siempre aporta a nuestra visión de mundo, tanto más ahora con la maravilla de tener una cantidad casi infinita de disparos en cada cámara, como consejo final uno siempre debe hacer dos propuestas, la que el cliente ha detallado y la que piensas es mejor en el término que a ti ye parezca, muchas veces me he tropezado clientes que se decantan por mi propuesta dejando de lado lo que él mismo había exigido, si no pues tampoco pasa nada, el cliente se va feliz con sus fotos y nuestra cuenta bancaria engorda saludablemente.

El medio

Una de las maravillas de ser fotógrafo es poder compartir la visión del mundo con otros, hay muchos casos y formas de hacerlo, los más hábiles artistas logran fundir su visión personal con la de sus clientes logrando piezas no solo elaboradas si no que se van sobradas en intención comunicativa sin infringir ninguna regla de etiqueta, eso aplica desde quienes hacen fotografía de eventos sociales hasta los de publicaciones para adultos, pensar fuera de la caja y tener la habilidad de hacer potable eso para todos sus clientes es en realidad un súper poder que pocos tienen pero que todos podemos desarrollar, sobre todo si elegimos el nicho con cuidado, la especialización es la tabla de salvación oculta a simple vista para todos los fotógrafos del mundo, siempre es posible construir arte desde cualquier cosa, solo necesitas desarrollar el lenguaje visual necesario para llegar a ese nivel.

Lo mejor de ser artista es vender tu obra pero además vives con absolutamente toda la libertad del mundo para creerte un dios todo poderoso al intervenir la “realidad” a la medida de tu pensamiento, si el trabajo no tiene nada importante o poético que decir, mejor se queda calladito en sus ordenadores, paredes o carpetas, cuando su “obra” tenga historias que contar, de una manera aproximadamente original, con trazas de haber sido resultado de un estudio previo, una eterna pregunta, la reflexión y hasta el intercambio con los amigos entre tragos, no la muestres ni gastes tu dinero enviando a ningún concurso ya que lo más seguro es que termines no entrando en la competencia, ese es realmente el secreto del éxito fotográfico, la duda constante ayuntada a la técnica y a la investigación, es más hasta mirar y fusilar (copiar) el trabajo de los maestros, se vale como ejercicio de aprendizaje, buscar esas dudas entre los libros también. La literatura no fotográfica ayuda al proceso creativo, al final todo se resume a mostrar al universo el mundo interior, por muy atormentado que esté, alegre, deprimido o exclusivamente racional siempre tiene cosas que decir, toca poner atención a esas dudas internas, desmenuzarlas y plantearse el trabajo desde cada trozo de esa duda destazada. Claro, tal como dije más arriba, todo eso junto con un cierto dominio de la técnica y sus avatares, tanto en producción como en la post producción del portafolio resultante.

Si están ante una duda importante con su trabajo, les recomiendo, aunque sea por ejercicio, conceptualicen esa incertidumbre, plásmenla redactando, aunque sea en un papel vean cada arista de las posibilidades, usen el Internet y vean cosas similares de los maestros, así se enterarán como se puede mejorar la mirada con respecto al mundo y tendrán clara la respuesta a este axioma de que “La fotografía es un medio y no un fin en sí misma”, saludos desde mi esquina.

Profesor José Ramón Briceño Diwan

Caracas,27/09/2024

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