La fuerza de la comunidad

Después de un imprescindible parón llega la inevitable “vuelta al cole” de todos. Se acaban los beneficiosos paseos por la playa, el encuentro familiar, y en nuestro contexto la evasión momentánea de este momento de crisis sanitaria.

Y aquí estamos de nuevo mirando el skyline de mi ciudad Madrid y a pesar de la realidad que nos rodea, de esa incertidumbre a todos los niveles, en mi cabeza hay 5 cosas que después de 5 años como emprendedora empiezo a tener claras. Os las quiero compartir porque creo que os puede ayudar en estos momentos.

1.- Emprender es un camino para gente perseverante y con capacidad de aprendizaje continuo. Si tienes humildad para aprender de los otros, empatía para ponerte en la piel de los demás y persigues tu objetivo cueste lo que cueste, levantándote las veces que haga falta, entonces tienes este don. Si no, la vida laboral para terceros te espera, no la abandones y adáptala a tus necesidades vitales de cada momento.

2.- Descubre qué tipo de emprendedor eres. Hay mucha clasificación “clásica” de escuela de negocios para esto. Yo no te voy a hablar de eso. Yo te voy a hablar de la vida. ¿Eres de los que emprendes independiente? ¿O eres de los que necesitan compartir esta experiencia? Yo soy muy autosuficiente, pero necesito a mis socias, a mis colaboradores, a mis amigos de la profesión, incluso a mis clientes amigos que me ayudan a crecer y a ser exigente. Lo supe intuitivamente desde el minuto cero. Soy muy autosuficiente para todo pero me gusta compartir lo bueno y lo malo, me gusta mantener un nivel de exigencia, escucho aunque a veces parezca que no. Así que claramente soy un perfil que necesita sentir que lo que hace genera cambio. Soy una emprendedora social. Ojo, no es lo que todo el mundo debe ser, es lo que soy yo, y no todos viven como emprendedores haciendo lo que realmente les pide el cuerpo. Pero eso da para otro artículo. La otra modalidad y pienso en ejemplos claros que además son amigos, es el emprendedor que yo llamo “lobo solitario”; suelen ser los primeros de la clase cuando se deciden a emprender, buenos vendiendo su propio negocio y capaces de encontrar su nicho con gran agilidad. Cuando crecen, contratan y montan una estructura laboral convencional o bien un negocio familiar porque no confían en ajenos. Les cuesta delegar y pensar en escalar su negocio porque piensan que nadie puede hacer lo que hacen ellos con la misma genialidad. Y probablemente tienen razón. Nadie hará nunca lo que haces tú por tu idea de negocio. Pero a veces los lobos solitarios necesitan momentos de no aislarse, ahí es cuando llegan las alianzas y convergencias de ambas tipologías. Así que seas lobo “solitario” o un emprendedor social, si crees, eres perseverante y estás dispuesto a aprender, puedes encontrar grandes éxitos en estos dos formatos o en alianzas con aquellos que sientas compatibilidad.

3.- Siempre hay que diversificar nuestro negocio. El famoso dicho de “no poner todos los huevos en la misma cesta”. Según tu sector y nicho tendrás “long tale”, muchos pequeños clientes con bajo margen o tendrás pocos clientes pero de alta rentabilidad … vamos la realidad es que tendrás lo que puedas tener.  Mi consejo es que planifiques y tengas infoproductos “long tale” y luego tengas servicios/productos de alta rentabilidad. Eso vale para el autónomo, infoproductor, etc., pero cualquier empresa mediana o grande diversifica a otra escala su negocio y apuesta por estar en continua innovación y creación de productos y servicios.

4.- Mejora continua. Imprescindible. Hilando con lo anterior para mí es de vital importancia ser capaz de mejorar. Busca el feedback de tus clientes, de tus colaboradores, de tus socios… pero no por ego o por otros intereses. Busca esa verdad por ti mismo. Escucha, interioriza y si es necesario reformula. Mejora continua. Ojo, sigue tus intuiciones. Tienes que ser perseverante con tu idea, no lo olvides. Pero a veces pivotar a tiempo ayuda.

5. La fuerza de la comunidad. Es verdad que estos tips van más dirigido a microemprendedores, pero en realidad es un movimiento que ha existido y seguirá existiendo toda la vida en el mundo empresarial, las asociaciones o alianzas. Para mí, la comunidad es un poco diferente a una asociación. Se fundamenta en una red de profesionales independientes. No cuotas. Habrá momentos donde necesitas una asociación y otros una comunidad. Las asociaciones nacen organizacionalmente preparadas para tomar decisiones. Las comunidades nacen porque emocionalmente se sienten unidos o identificados, a veces la chispa es un interés común o una formación. Y permanecen juntos si aportan valor y si no, no hay problema, cada uno por su lado. Es algo un poco más libre. Las asociaciones empresariales pueden emprender proyectos que mejoren la vida de un colectivo gracias a sus cuotas.  Las comunidades cambian la vida a muchas personas y más en el aspecto empresarial. Porque te linkan a gente que por posición geográfica o vida nunca habrías conocido. Quizás han de existir las dos. Las redes sociales cambian muchas reglas de juego. Al final yo creo que un emprendedor ha de encontrar su sitio, se llame como se llame. Mi opción personal es apostar por la fuerza de la comunidad. Pero todo puede ser germen de otra cosa. Creo en la inteligencia colectiva y creo que todos tenemos muchas cosas que ofrecer. La fuerza de la comunidad nos puede ayudar y ser una de nuestras mejores “medicinas” frente a momentos de incertidumbre como el actual.

Y ahora viene otro consejo. En la vida el emprendedor ha de ser agradecido. Gracias a Rubén y Dani por ese maravilloso esfuerzo en ese “Laser Mentoring” que hemos vivido este fin de semana… y gracias a la comunidad Linkeders. Me ha inspirado y me seguirá inspirando en los meses que siguen. Todos “BRUTAL!!! Y GENIAL!!!”

Gracias a Myriam Maneiro, Mariela Vitti, Lucía Aranda y Natalia Macías, mis socias y mi equipo. Gracias a Mywayspain, a Work&Friends, a Linkeders, mis proyectos y mis comunidades. Gracias a Ferrán y Ariadna, y  a todo el equipo de EFS por formar parte de nosotros, en lo bueno y lo malo. Al otro lado del mundo gracias a Fernando y a Ale, y a todo el equipo Alma. Gracias al grupo WPP por enseñarme como profesional lo que quería y no quería como emprendedora. Gracias a mis proyectos y prototipos frustrados que fuisteis de los que más aprendí. Pero sobre todo gracias a mi familia por aguantarme… Marido!!!!!

Gracias a eso seguimos con más fuerza que nunca …

Acción no reacción…

Go!!!

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