La gestión de equipo médico en la reingeniería del sistema de salud mexicano

El Sistema de Salud en México está viviendo un momento histórico. En julio de este año 2019 se presentó una iniciativa para reformar la Ley General de Salud, para hacer modificaciones a los esquemas de atención médica para la población que no cuenta con seguridad social, entre otros. Esta iniciativa se discutirá en asamblea pública en la segunda semana del mes de agosto y seguramente serán variadas las posturas, recomendaciones y advertencias. Son muchas las variables que implican estos cambios, desde financiamiento y necesidades de profesionales en salud hasta los requerimientos de infraestructura y mejora de sus procesos de desarrollo. Por supuesto que el equipamiento médico, como uno de los ejes primordiales para otorgar servicios de salud, también estará presente en las discusiones.

Para nadie es ajeno saber que siempre han existido áreas de oportunidad para mejorar los procesos de planeación, incorporación, instalación, puesta en marcha, uso, mantenimiento, control y baja de los equipos, mobiliario, instrumental y otros dispositivos médicos, lo que en su conjunto y desarrollo sistemático definimos como Gestión de Equipo Médico (GEM). Aunque los problemas los podemos encontrar en cualquier institución de cuidado de la salud, público o privado, la tarea de buscar la mejora de estos procesos debe apuntar hacia las instituciones del sector público y social y, como bien lo ha instruido la Secretaría de Salud, en el primer nivel de atención, que históricamente ha padecido de la falta de políticas concretas para generar mejores servicios.

Debe entenderse que no basta con realizar mayor inversión para el mejoramiento de la base del equipo médico disponible. Si no se planea con eficiencia para evitar subutilización, si no se realizan compras más transparentes e incluyentes, si no se supervisa la instalación para evitar vicios ocultos, si no se contemplan recursos para el indispensable mantenimiento y servicio, si no se capacita al personal, si no se vigila la seguridad de los dispositivos, si no se generan inventarios funcionales y si no se cuentan con mecanismos para dar de baja los equipos que verdaderamente lo ameritan, no habrá política pública que logre por sí sola mejorar la atención médica de calidad, seguridad y eficacia que la población merece.

El Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud, CENETEC, órgano técnico de la Secretaría de Salud Federal responsable de apoyar en temas de evaluación y gestión de tecnologías en salud, se reporta listo para aportar a las estrategias de mejora de los procesos de la GEM, estrategias que por supuesto consideran a la Ingeniería Biomédica como la profesión mejor preparada para garantizar una correcta coordinación y ejecución de los procesos necesarios para una incorporación y uso de equipo médico accesible, seguro, eficaz y costo-efectivo. Pero, ¿la Ingeniería Biomédica mexicana está preparada para el reto?

Algunos factores como la falta de plazas, remuneraciones inadecuadas y deficiencia en conocimiento de funciones, han provocado que menos de un 30% (dato no oficial) de las unidades médicas del segundo de atención cuenten con un profesional de Ingeniería Biomédica. Un efecto similar ocurre en las dependencias estatales de servicios de salud. Afortunadamente, de acuerdo al anuario estadístico de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, más de 11 mil jóvenes mexicanos se encuentran estudiando una carrera de Ingeniería Biomédica; si al menos un 10% de esta matrícula opta por laborar en el campo de la GEM, las estrategias formuladas podrían generar mejores réditos en menor tiempo.

Hacer frente a este reto no debe ser, tampoco, tarea de una sola institución. La participación de las organizaciones civiles de representación nacional de esta profesión, que hoy día son la Sociedad Mexicana de Ingeniería Biomédica A.C. y el Colegio de Ingenieros Biomédicos de México A.C., más aquellas que están surgiendo de los Estados, será fundamental para poder alcanzar el objetivo.

Estos son momentos de sumar y no de dividir. CENETEC está listo para apoyar. Esperemos que la comunidad de Ingeniería Biomédica mexicana también.