La gestión y control de los fondos del MRR en Navarra (abril 2022)
Introducción.
Desde que, en el marco de los fondos «Next Generation EU», se aprobaran tanto el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) a nivel europeo como el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) a nivel español, se ha hecho patente la necesidad de contar con mecanismos adecuados de gestión, control y evaluación de los proyectos financiados y ejecutados con base a dichos fondos por parte de las entidades ejecutoras de los distintos planes que se vayan aprobando (que en su gran mayoría van a ser las Administraciones Públicas).
Ello es así, por una parte, porque lo exige la propia normativa reguladora del MRR y del PRTR, pero también porque viene dado por los principios generales del Sector Público (reconocidos en el artículo 3 de la Ley 40/2015). Entre otros:
Si bien estamos ante principios de actuación cuya aplicación debería darse por descontada en el hacer ordinario de las Administraciones Públicas, la relevancia e importancia que ha adquirido la correcta gestión de los fondos «Next Generation EU» es tal que se ha hecho necesario hacer especial hincapié en normas que garanticen y aseguren la transparencia en el procedimiento, el cumplimiento normativo y la actuación íntegra de los actores.
Marco normativo.
A modo recopilatorio, la regulación básica para entender el contexto del MRR y el PRTR y las normas y sistema de gestión y control de los proyectos financiados con cargo al MRR viene constituida, principalmente, por las siguientes normas:
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Dentro de este marco normativo, cada comunidad autónoma ha aprobado y perfilado (o está en vías de hacerlo), en el ámbito de sus competencias, sus propias normas, planes y mecanismos de gestión y control.
La situación en Navarra.
En lo que respecta a Navarra, su Gobierno aprobó en un primer momento el Decreto-ley Foral 4/2021, de 14 de abril, por el que se aprueban medidas urgentes para la gestión y ejecución de las actuaciones financiables con fondos europeos provenientes del Instrumento Europeo de Recuperación. Posteriormente, y mediante Acuerdo de Gobierno de 16 de febrero de 2022 (publicado en el BON de 25 de febrero), se aprobaron las normas específicas de gestión y control de los proyectos financiados por el MRR.
Dichas normas prevén una serie de principios comunitarios de buena gestión financiera, entre los que se encuentran:
Seguidamente, el pasado 2 de marzo, se anunció la aprobación de un modelo de Plan de medidas antifraude, como entidad ejecutora de los fondos del MRR, dejando en manos de cada departamento la confección de sus propios planes de medidas antifraude. En paralelo a este acuerdo, aprobó una declaración institucional en la que afirmó su compromiso con los principios éticos y de conducta contemplados en el Código de Buen Gobierno aprobado por la Ley Foral 2/2011, de 17 de marzo, desarrollando su labor conforme al ordenamiento jurídico y respetando el principio de legalidad, mostrando así su radical oposición al fraude y a la corrupción en el ejercicio de sus funciones.
Si bien la propia Administración Pública cuenta con sus propios medios de cumplimiento normativo, el esquema que se está adoptando en relación a la gestión y control de los fondos del MRR recuerda bastante a las prácticas de «compliance» que se dan en muchas organizaciones privadas. Se hace así especial énfasis en el análisis de riesgos; la adopción de códigos de conducta y buenas prácticas que no se limiten a lo formal, sino que sirvan de base para un auténtico proceso de diagnóstico y evitación de riesgos; la prevención, detección y corrección del fraude, la corrupción y los conflictos de intereses; y la instauración de medidas para hacer frente a los incumplimientos que puedan detectarse.
Este es el marco en el que nos movemos a fecha abril de 2022, pero muy probablemente iremos conociendo nuevas normativas y disposiciones conforme las Administraciones vayan profundizando en la adopción de normas de gestión y planes antifraude, altamente necesarios para evitar cualquier tipo de práctica indebida que pueda menoscabar la ejecución de los proyectos financiados con los fondos del MRR, así como la confianza de los ciudadanos y ciudadanas en nuestros poderes públicos.