La gran escasez del semiconductor
Esta familia de componentes está ahogando la industria automotriz, por motivos de causa propia y otros de origen externo.
Carlos Cavazos
Artículo originalmente publicado en EL Universal C.P.N.
La esperada luz al final del túnel para la industria del auto, aparentemente llegaba con la baja en contagios, reactivación económica y una ávida oleada de compradores en las concesionarias. Pero lloviendo sobre mojado, la demanda no puede ser surtida ante la prevaleciente escasez de microprocesadores. Estos también llamados “chips” animan la operación de todo lo que se ha hecho inteligente en el auto y que hasta hace pocos años lo gestionaba el usuario según lo percibiera necesario, como es el cambio de luces, presión de llantas, subida de cristales, entre un largo etcétera. El problema proviene de que, además de celulares y portátiles, también toda suerte de artilugios en casa se han vuelto supuestamente inteligentes, término que refiere la conexión a red inalámbrica y control por web, y al día de hoy esta funcionalidad ya incluye bocinas, termómetros, focos, lámparas, calentadores de agua, asadores, acondicionadores de aire y hornos. La demanda de procesadores que gestionen estas conexiones ha rebasado la capacidad de fabricantes, quienes a su vez tuvieron cierre de plantas por motivos sanitarios o climáticos, retrasando la producción y elevando los pedidos pendientes. A esto se suma el backlog o atraso logístico de mercancías de todas naturalezas incluyendo juguetes, textiles, alimentos, y materias primas, entre fabricantes asiáticos y los mercados de Europa y América, taponeando los puertos en toda la costa del Pacífico con retrasos.
Según la consultora AlixPartners se espera una caída global en la producción de vehículos de entre 1.5 a 5 millones de unidades contra lo planeado. La liga con la situación actual estuvo basada en dos factores de peso: la optimización de inventarios, que reduce tendiendo a cero la acumulación de reservas de material de trabajo, por lo cual cualquier alteración en la línea logística lleva a paro. Otro factor está en la optimización de capacidades en los microprocesadores, los cuales al no requerir una elevada sofisticación para leer una temperatura o detectar un parámetro que active una respuesta, son de generaciones pasadas y bajo costo. A diferencia de los más recientes productos, capaces de procesar miles de millones de operaciones por segundo, los básicos dan márgenes de ganancia bajos a sus fabricantes. Cuando diversas industrias se agolparon a hacer pedidos de chips de alto desempeño, era obvio que las productoras eligirían al cliente de gran margen contra la utilidad menor de los productores de autos.
Para empeorar una situación ya adversa, una de las materias primas en la fabricación de semiconductores es el neón, ese gas asociado a anuncios luminosos en lugares de recreación, pues su producción a nivel global está basada en un 75% en la Madre Rusia, el villano de la novela del momento y quien enfrenta bloqueos económicos y aduaneros, por lo cual se espera el desplome de disponibilidad del gas noble referido si el conflicto actual se alarga o peor aún se extiende. Pero de ser así, otras adversidades se cernirán sobre la industria, y el planeta.
Cadena de amargura
Efecto dominó de la crisis sanitaria y económica
1. El Covid-19 provoca cierres de plantas de producción:
2. El trabajo remoto dispara la demanda de computadores y smartphones.
3. En plena crisis económica las automotrices reducen pedidos de semiconductores a sus proveedurías, mientras que la industria de electrónico de consumo eleva sus solicitudes.
*La oferta de semiconductores es afectada por un incendio de AKM en Japón y una helada en Texas que afecta a dos plantas de NXP en Austin.
4. Ante la suspensión de pedidos de chips básicos, los productores eligen invertir en líneas para fabricar modelos actuales, más potentes y con mejor margen de ganancia.
5. Cuando las armadoras de autos buscan levantar pedidos, las capacidades de fabricación en proveedurías de semiconductores están ocupadas.
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*En un movimiento defensivo contra sanciones estadounidenses, gigantes tecnológicos chinos como HuaWei acumularon reservas estratégicas de semiconductores, comprando en un plazo corto grandes cantidades, exacerbando la escasez.
6. Las armadoras y sus proveedores no tienen microprocesadores suficientes para cubrir la demanda en
Las soluciones:
Corto plazo
Reducción temporal de opciones dependientes de microchips:
Sustitución por componentes análogos
Largo plazo
La producción de microprocesadores, como sucede con la siderúrgica, el vidrio o el caucho de las llantas, no es una esfera que directamente las armadoras de autos puedan integrar a línea, pero fabricantes que forman parte de conglomerados más amplios, como Hyundai, Subaru o Mitsubishi sí tienen en sus grupos proveedurías más hacia atrás en la cadena de valor.