[LA GRAN SUSTITUCIÓN]

[LA GRAN SUSTITUCIÓN]

En lo que va del año se han producido más de 60,000 despidos en las gigantes tecnológicas, y el número sigue aumentando (Armero, 2023), mientras que si se contabilizan los despidos desde los últimos meses del año recién pasado la cifra supera los 150,000 (MARR, 2023). Las altas direcciones de Alphabet, Microsoft, Meta y Amazon han anunciado la decisión de prescindir de los servicios profesionales de un elevado porcentaje de sus planillas aduciendo diversas causas, siendo la más común la sobre estimación que hicieron de los hábitos poblacionales de consumo y compra post pandemia, que según se extrapolaba seguiría una tendencia alcista como se experimentó durante el período de encierro.

Aunque es una explicación con cierta lógica, esta es solamente superficial, el argumento se vuelve cuestionable, al menos en parte, cuando se toma en cuenta que los afectados tienen un promedio de 11.5 años de experiencia, es decir, no fueron contratados durante la pandemia. Los más afectados han sido empleados de recursos humanos —representan el 28 % de los despidos—, dedicados a la búsqueda de talentos, siendo que se contratará menos personal, también es consistente que no se necesite una parte de las personas encargadas de ejecutar dicho proceso (MARR, 2023); sin embargo, al tomar en cuenta que el total de despidos representa en promedio aproximadamente el 5 % de la plantilla de las empresas tecnológicas, no es consistente prescindir del 28 % del área de recursos humanos. Esto tiene a la base una realidad, que se ha comenzado a llamar como: la gran sustitución.

La gran sustitución es el proceso de reemplazar a personas por la inteligencia artificial en la ejecución de múltiples tareas. En materia de recursos humanos ya se cuentan con múltiples algoritmos capaces de seleccionar personal con una alta tasa de éxito, por lo tanto, lo que sucede es una agresiva automatización en los procesos de tales departamentos. Aunque todavía hay reservas en cuanto a decidir si esa es la mejor alternativa de selección de personal, quienes emiten la opinión, en negativo, son personas vinculadas a la selección de recursos humanos, por lo que la opinión se vuelve sesgada, si es o no lo más adecuado, es algo que lo dirá el tiempo sobre la base de investigaciones empíricas, tanto cualitativas como cuantitativas, y los resultados satisfactorios —o no— que los algoritmos aporten a los contratantes.

Los despidos también incluyen a programadores senior, por considerar que ya no son necesarios para los objetivos de dichas empresas, que siendo que su rubro es de naturaleza tecnológica, este hecho resulta cuanto menos sospechoso y debe ser explicado. Para el caso, se sabe que Microsoft anunció el despido del 5 % de su planilla, pero al mismo tiempo anuncia que invertirá diez mil millones de dólares de los Estados Unidos de América en su proyecto de inteligencia artificial OpenAI, lo que puede indicar que este proyecto ya alcanzó algún nivel de madurez, pudiendo producir código de programación de alta calidad por sí mismo, implicando que ya no se necesita una determinada proporción de programadores, por lo que han sido sustituidos por su misma creación. Este puede ser el caso en las otras empresas.

Los teóricos de la inteligencia artificial sostienen que aún se está lejos de que una maquina sustituya a un ser humano en su plenitud de funciones, pero si es cierto que las máquinas y algoritmos producidos bajo la filosofía de la inteligencia artificial pueden sustituir con éxito ciertas funciones específicas desarrolladas por humanos, lo que significa que la problemática laboral ya ha comenzado y que la gran sustitución está en progreso y cada vez expandiéndose de manera exponencial (González, 2018).

Recientemente, en el Hospital Zacamil, se promocionó un robot con forma humanoide que hace trabajo de orientación y traslado de materiales y mensajería. Según se vio en el corto de la presentación, está en fase de aprendizaje. Dicho robot, en definitiva, es parte de la gran sustitución, siendo que un humano dejará de percibir una remuneración puesto que en su lugar está realizando las funciones una máquina con inteligencia artificial. Este hecho no es necesariamente malo, puesto que la atención en los hospitales públicos salvadoreños es malísima desde siempre, el espíritu de servicio de los trabajadores dedicados a proveer orientación y atención al usuario es casi nulo, salvo excepciones, por lo que un robot muy bien entrenado siempre estará dispuesto a servir. No obstante, una familia se queda sin sustento, al haber sido sustituida una persona por un artefacto con inteligencia artificial.

Las implicaciones económicas y sociales están por verse y evaluarse, aunque a priori se hipotetiza que la gran sustitución, paulatina o no, provocará un golpe económico en las familias, trayendo como consecuencia el aparecimiento de fenómenos sociales asociados, como la efervescencia social y el aumento de los delitos relativos al patrimonio, pero esto es a priori, hipótesis nada más y es de esperar estudios a profundidad sobre este tópico que validen o rechacen los elementos hasta hoy hipotéticos.

Bibliografía

Armero, R. (2 de febrero de 2023). Un estudio revela la razón de los despidos en las grandes tecnológicas. Obtenido de https://businessinsider.mx/despidos-grandes-tecnologicas.../

González, J. G. (5 de junio de 2018). El ser humano, ¿reemplazado por una máquina? Obtenido de https://www.c3.unam.mx/noticias/noticia34.html

MARR, B. (30 de enero de 2023). Las verdaderas razones de los despidos en Google, Microsoft, Meta y Amazon. Obtenido de https://forbes.es/.../las-verdaderas-razones-de-los.../

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