La hipertrofia de Madrid, mala noticia para España.
Las dos olas de la pandemia del Covid-19 nos han demostrado las debilidades de las grandes ciudades en general, y de Madrid en particular. En efecto, en las dos olas, tras un inicio suave y titubeante, rápidamente la ciudad de Madrid se puso a la cabeza de España y de Europa en contagios, tanto en cifras absolutas como en cifras relativas a contagios por 100.000 habitantes.
Desde hace décadas, Madrid se ha convertido en una ciudad hipertrofiada. La enorme población flotante que cada día accede a Madrid para trabajar y estudiar desde poblaciones "vecinas" cada vez más lejanas es uno de los factores principales de la rápida difusión del virus en Madrid. Pero también existe un nutrido porcentaje de habitantes que tienen fijado su domicilio en Madrid pero que semanalmente y en todos los periodos vacacionales se desplazan a pueblos de las Comunidades Autónomas limítrofes para pasar periodos de descanso.
¿Por qué la ciudad de Madrid atrae a tal número de personas con una movilidad tan elevada?. En resumen: Madrid se ha convertido en un foco de atracción económica de primer orden...pero en medio de un enorme desierto demográfico. Esto es un problema para una adecuada vertebración territorial. Y vamos a razonar el por qué.
A pesar de ser la capital del Reino desde 1561, Madrid no fue nunca un foco de riqueza económica. El único interés que tenía Madrid era político como sede de los poderes políticos y judiciales del Estado. Madrid era una ciudad funcionarial y cortesana, con poco movimiento económico.
En contraste, Barcelona fue siempre una ciudad más poblada, más industrial y más relacionada física, cultural e intelectualmente con la Europa rica. Por eso, Barcelona era una ciudad cosmopolita y rica basada en la inmigración nacional, en contraste con un Madrid cada vez más "castizo" y encerrado en sí mismo. El famoso "poblachón manchego".
Esto empezó a cambiar tímidamente con la Segunda República y más decididamente con el franquismo tras la Guerra Civil. La necesidad política y propagandística de "construir" una "capital imperial" acorde con el nuevo régimen hizo que se favoreciera la industrialización de Madrid y su ampliación geográfica al anexionarse una serie de municipios vecinos de carácter rural y agrícola como los Carabancheles, Vallecas, Vicálvaro, Chamartín, etc...
La industrialización acelerada de Madrid necesitaba mano de obra. Y así se crearon los "cinturones obreros" de las villas de los alrededores, otrora agrícolas, pero también se estimuló el despoblamiento de las dos Castillas para que Madrid dispusiera de la mano de obra que necesitaba en su acelerado crecimiento económico.
Pero durante el franquismo, Barcelona seguía también generando riqueza industrial y atrayendo inmigrantes nacionales. No había grandes diferencias entre ambas metrópolis españolas al principio. Si en 1940 ambas ciudades tenían una población en torno del millón de habitantes, en 1950 Madrid toma una pequeña ventaja sobre Barcelona, y en 1960 se dispara notablemente Madrid en comparación con la Ciudad Condal.
Pero el verdadero cambio económico de Madrid se dará a raíz del Estado de las Autonomías. Suele decirse que Madrid fue la primera víctima del Centralismo del Estado español, y al menos a partir de la Autonomía de la Comunidad de Madrid la actividad económica de la capital se dispara hasta sobrepasar ampliamente a Barcelona como motor económico de España, algo que históricamente Madrid no fue jamás.
No es este artículo el lugar adecuado para analizar el por qué de este "sorpasso" de Madrid. Lo que sí nos interesa es que en las décadas de 1980 y 1990, Madrid padecía ya los comienzos de una "hiper-cefalia" en medio de un desierto demográfico. Madrid no atraía a inmigrantes nacionales (y crecientemente internacionales) por su demanda de mano de obra, sino porque en 400 kilómetros a la redonda no había nada. Y esa es una disfunción territorial gravísima.
Al principio, durante los años 1950 - 1975, Madrid tenía una actividad industrial que generaba, a su vez, un potente sector comercial y de servicios. Al necesitar mano de obra, ésta se importaba de las provincias limítrofes (y no tan limítrofes). Pero para la década de 1990 la economía industrial se había desvanecido, y fue sustituida por una economía especulativa y financiera que generaba una riqueza ficticia. Madrid ya no demandaba mano de obra, y quienes afluían a la capital en busca de trabajo ya no lo encontraban, formándose crecientes bolsas de pobreza y marginación.
Existen dos tipos de metrópolis:
-Las metrópolis "desarrolladas", que atraen mano de obra en función de una potente economía propia. Estas metrópolis consiguen integrar a la población en un sistema económico, como Nueva York, Toronto, Londres, Munich, etc.
-Las metrópolis "tercermundistas", que atraen inmigrantes que buscan trabajo desesperadamente porque en sus lugares de origen no lo hay, pero que su economía propia no permite absorber ese exceso de mano de obra. Ejemplos: Lima, Yakarta, Lagos, etc. En este tipo de metrópolis superpobladas, se forman enormes bolsas de pobreza alimentadas por estos inmigrantes que no son integrados y absorbidos por un sistema económico insuficiente.
Mucho nos tememos que Madrid está tomando un camino de "hipertrofia tercermundista", pues atrae población nacional e internacional que no puede integrar en una economía que externamente puede dar la imagen de dinámica, pero que en realidad está estancada. Prácticamente todo el centro de España acaba gravitando hacia Madrid por falta de oportunidades, y Madrid está colapsando.
Y esto es una mala noticia para España porque su capital está entrando en una espiral de crecimiento desordenado y desigual, porque no ofrece ya oportunidades a todo el que llama a sus puertas, y sobre todo, porque su desarrollismo se ha producido a costa del despoblamiento de todo el Centro de España.
Urge descentralizar Madrid. Urge crear oportunidades económicas en la España Despoblada. El que Madrid estuviera rodeada por una red bien estructurada de pequeñas ciudades ricas y prósperas sería una gran noticia para Madrid, pues tendría a su disposición muchos pequeños mercados para estimular una economía real saneada.
Urge adoptar el modelo estadounidense en el que la capital política no siempre es la ciudad más importante. La capital del Estado de Nueva York no es Nueva York, sino Albany, en el Norte rural. La capital del Estado de Florida no es Miami, sino Tallahassee, en el atrasado Norte del Estado.
¿Por qué no trasladar la capital autonómica de la Comunidad de Madrid a Chinchón o a Aranjuez?. Una decisión así estimularía el desarrollo económico de estas comarcas sureñas. Pero también las grandes empresas deberían deslocalizarse hacia Segovia, Aranda de Duero, Ciudad Rodrigo, Talavera de la Reina u Ocaña. En un mundo interconectado por Internet 5G y donde el teletrabajo se acabará imponiendo no tiene sentido seguir alimentando un Madrid hipertrofiado a costa de un desierto demográfico y humano.
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4 añosMuy buen post y me encanta lo de Aranjuez.GeaXplora Estudios y Actividades Aprovechamiento Territorial A ver si tira hacia adelante. O a Móstoles que el alcalde declaró la guerra a Napoleón 🌻🌹🌺🥀🌼🌷⚘ Feliz viernes de Otoño y buen fin de semana. 🍁🍂🍃 #MovilidadRestringida 😉🤗🎩#unGentleman #ReydelosHashtags🤴 #PetitFamilie. #miMonoAmedioyYo🐒