La historia del barco con 3.965 vehículos incendiado: ni el primero ni el último
La historia del barco con 3.965 vehículos incendiado: ni el primero ni el último
La historia del barco con 3.965 vehículos incendiado: ni el primero ni el último
Los otros accidentes¿Cómo funciona el lastre en los cargueros?Más noticias
La industria automotriz mundial no se repone aún de la catástrofe del Felicity Ace, el buque que transportaba 3.965 vehículos del grupo alemán Volkswagen AG hacia Estados Unidos, entre estos, Volkswagen, Porsche, Bentley y Lamborghini, y que se incendió en febrero del año pasado a mil millas de la costa portuguesa, cerca de las islas Azores. El miércoles, esa escena de un barco en llamas se repitió frente a la costa de los Países Bajos.
Unirme al canal de WhatsApp de noticias EL TIEMPO
Ese día, los medios de comunicación europeos tenían su foco puesto en un barco de bandera panameña, el Fremantle Highway, que se incendió cuando navegaba entre Bremerhaven (Alemania) y Puerto Saíd (Egipto), con 3.783 vehículos a bordo, incluidos 498 eléctricos, según un portavoz de K Line (Kawasaki Kisen Kaisha), con sede en Tokio, que había alquilado la embarcación.
La causa del incendio en el que murió uno de los tripulantes y otros resultaron heridos porque debieron arrojarse al mar de inmediato ante la violencia e inmediatez del fuego, al parecer, es la misma que produjo la conflagración en el Felicity Ace.
Según el grupo de radiodifusión pública NOS, el fuego podría haber sido provocado por uno de los autos eléctricos que llevaba el barco, aunque, según la agencia de noticias AFP, un portavoz de los guardacostas neerlandeses indicó que por el momento “no se conocen las causas”.
Apagar este incendio, al igual que ocurrió con el Felicity Ace, puede tomar varios días, porque primero deben estabilizar el barco. “Para ello, se tienen que llevar personas a bordo y apagar el fuego. Eso significa que se tendrá que llevar agua al navío, lo que implica más riesgos”, declaró la vocera de la guardia costera.
Como en otros casos, el gran temor de las autoridades es que el buque zozobre y se hunda, y los 3.783 vehículos y los fluidos de la embarcación se dirijan hacia las islas del mar de Frisia, una zona intermareal en la costa de Países Bajos, que es patrimonio de la humanidad por su flora y fauna.
La preocupación entre los fabricantes, las compañías navieras y las aseguradoras aumenta cada vez más por la repetición de estos accidentes, que tienen en común vehículos eléctricos, cuyas baterías pueden ser las detonantes de los incendios.
Una situación similar por problemas causados por las baterías defectuosas que se incendiaban se vivió en el 2016 con el smartphone Samsung Galaxy Note 7, que obligó a su fabricante a retirarlo del mercado, y prohibir su uso en los aviones.
En Estados Unidos, donde se vendieron más de dos millones de unidades de este teléfono, la Administración Federal de Aviación (FAA) elevó esa orden a categoría de crimen federal, y multas de casi 180.000 dólares.
Cabe recordar que la flota de los aviones Boeing 787 Dreamliner estuvo en tierra durante tres meses mientras se solucionaban problemas de recalentamiento y alambrado de las baterías de iones de litio.
Los otros accidentes
Desde el año 2002 ha habido ocho incidentes importantes, un promedio de uno cada dos años y medio, la mitad de ellos naufragios que involucran a los llamados barcos ‘ro/ro’, nombre que significa roll-on, roll-off, que describe el tipo de buque que transporta cargamento rodado, es decir, automóviles, camiones o vehículos industriales y maquinaria agrícola; y su método de carga y descarga por sus propios medios.
En el 2002 el barco Tricolore fue embestido por otro carguero, el M/V Kariba, 30 millas al este de Ramsgate (Gran Bretaña), en el canal de la Mancha, cuando transportaba 2.871 BMW, Volvo y Saab. El Tricolore se encontraba en aguas poco profundas y representaba una gran amenaza para la navegación en el área.
Recomendado por LinkedIn
Las operaciones de rescate tomaron más de un año, y el barco se cortó en nueve secciones usando una enorme motosierra con incrustaciones de diamantes industriales. Cada pieza fue llevada a la superficie y reciclada y todos los autos fueron desguazados.
Dos años después, en el 2004, el Hyundai 105 chocó con un buque cisterna frente a Singapur. Este último –el MT Kaminesan que estaba registrado en Panamá y transportaba 280.000 toneladas de petróleo crudo– le abrió un agujero de 165 pies en el costado al Hyundai 105, que se hundió con una carga de 4.191 autos Hyundai y Kia nuevos y 1.000 autos japoneses usados, según la Autoridad Marítima y Portuaria de Singapur.
En el 2006, el Cougar Ace, con 4.700 Mazda a bordo, que había partido de Japón hacia Vancouver (Canadá), estaba sacando agua de lastre en las Islas Aleutianas cuando se volcó. Fue remolcado a Portland y enderezado, pero todos los vehículos fueron triturados y reciclados. Además de automóviles, la embarcación llevaba 500 toneladas de fuel oil y otras cien de diésel (Ver El lastre en los cargueros).
El 5 de diciembre de 2012, el MV Baltic Ace, de 13.000 toneladas, chocó con otro buque y se hundió a unas 25 millas de la costa de Róterdam, llevándose consigo a 11 marineros. Dos años después del hundimiento, se iniciaron operaciones de salvamento similares a las del Tricolore. El barco fue cortado en ocho pedazos y transportado en barcazas para ser desguazado. El cargamento de 1.400 autos Mitsubishi fue destruido.
En el 2015, el buque Hoegh Osaka, sin suficiente agua de lastre en su bodega para estabilizarlo, y demasiados vehículos pesados ubicados en las cubiertas superiores, volcó sobre un costado mientras giraba hacia el puerto frente a la costa de Inglaterra. El carguero fue remolcado a Southampton, donde se volvió a colocar lo suficientemente vertical como para retirar su carga, 1.400 vehículos, incluidos Land Rover, Range Rover, Jaguar, Mini y un único Rolls-Royce Wraith.
(Le puede interesar: ¿Tener carro en Colombia es cosa de ricos? Los datos de hoy dicen todo lo contrario).
Cuando transitaba por el golfo de Vizcaya, entre Francia y España, en el 2016, el Modern Express, que transportaba un cargamento de equipos de movimiento de tierras y troncos, fue volcado por los fuertes vientos. Cuando mejoró el tiempo, fue remolcado a Bilbao (España), donde se corrigió la escora y se descargó. Al final se tomó la decisión de desguazar el barco.
El 8 de septiembre del 2019, sin suficiente lastre de agua para mantenerlo en posición vertical, el Golden Ray se volcó frente a la costa de Georgia, a 23 minutos del puerto de Brunswick, con una carga de 4.200 autos de las coreanas Kia y Hyundai. El barco y los autómoviles fueron declarados como pérdida total.
Y el año pasado, ocurrió el incendio del Felicity Ace, con el cual iniciamos esta nota, que transportaba vehículos Volkswagen, Porsche, Bentley y Lamborghini, además de maquinaria agrícola y otros siete carros usados de particulares que los transportaban de Europa a Estados Unidos, que al final sumaron más de 4.000 vehículos. Las pérdidas fueron tasadas en 250 millones de euros.
Además de estos, la aseguradora Lloyd’s of London enumeró un promedio de 50 accidentes marítimos importantes por año entre 2018 y 2020, o 150 en total para este periodo. Con una media de un incidente con un barco ‘portaautos’ frente a 50 de otras embarcaciones comerciales, los primeros no parecen ser tan inseguros, a pesar de su altura, pero el problema, en el caso de los incendios, cuando transportan vehículos eléctricos ya deja muchas inquietudes.
Por lo pronto, las autoridades, las compañías aseguradoras, los dueños de los barcos y los mismos fabricantes de los carros están estudiando medidas de prevención ya que en estos siniestros ha sido un lugar común la presencia de los autos eléctricos. Pero dicen que esos estudios y decisiones tomarán mucho tiempo, por lo cual es posible que el del Fremantle Highway no sea el último caso.
¿Cómo funciona el lastre en los cargueros?
El buque de carga Fremantle Highway está en llamas en el Mar del Norte al norte de Ameland.
En la mitad de los naufragios se trataba simplemente de que no había suficiente lastre o que este no estaba en los lugares correctos. En la antigüedad, los barcos se lastraban con rocas o plomo para mantenerlos erguidos y estables. Ahora, el lastre suele ser agua, lo que permite a los ingenieros del barco moverlo a medida que cambia la carga en cada puerto o el combustible se quema durante el viaje y disminuye el peso.
Además, los barcos tienen que cambiar el agua de lastre en sus bodegas a medida que se acercan a diferentes puertos para evitar contaminar ciertos ambientes costeros con agua de lastre extranjera que contiene vida marina no nativa.
Pero, a medida que bombea agua vieja, debe bombear agua nueva al mismo tiempo y al mismo ritmo. Esto no sucedió con el Cougar Ace en el 2006. Las compañías navieras están experimentando con tratamientos UV y varios otros medios para limpiar el agua de lastre para que no sea necesario bombearla con tanta frecuencia.
También está la cuestión de cómo se cargan estos barcos. Los automóviles se suben a múltiples cubiertas y se amarran en su lugar, pero si se ubican demasiados autos pesados en las cubiertas superiores y no suficientes en las cubiertas inferiores para que haya un equilibrio, el barco se vuelve demasiado pesado e inestable, como sucedió con el Hoegh Osaka en 2015.
También están las colisiones que parecen ser poco probables en el mar, pero ocurren. Si una colisión solo daña ciertas secciones de un barco, esta se puede compartimentar para limitar la cantidad de agua que ingresa y mantener el barco a flote.
Fuente: Eltiermpo.com