La honestidad que hace crecer: El poder de la retroalimentación sincera para maestros
Años atrás, como líder de recursos humanos a cargo del desarrollo docente, solía evitar dar retroalimentación sincera sobre áreas de mejora. Temía consecuencias negativas en un entorno escolar ya difícil. Pero con el tiempo entendí que callar verdades necesarias también frena el crecimiento personal y profesional de los maestros.
Lo aprendí con la profesora Julia (nombre cambiado), una talentosa educadora cuyo estilo directo estaba afectando el trabajo en equipo. Otros docentes se quejaban en privado de su actitud cortante en reuniones, pero nadie se lo decía directamente.
Tras reflexionar, tuve una conversación honesta, destacando su gran vocación pero necesidad de mejorar relaciones interpersonales. Inicialmente se puso a la defensiva, luego hizo cambios positivos en su conducta. Hoy Julia lidera con firmeza pero mayor calidez humana.
Recientemente me agradeció haberle dado ese espejo para crecer como líder de equipo. Valoró la retroalimentación respetuosa como un regalo incomodo pero vital para su desarrollo profesional.
Siguiendo el consejo de John Maxwell, debemos criticar profundamente y elogiar con cuidado. Todos merecemos amabilidad y verdades constructivas para avanzar. Aunque inicialmente duela, la honestidad abre puertas a mejoras continúas.