La humanización organizacional: una opción cercana

Hace unos días, me preguntó una persona muy importante para mí:  

—¿Cuál crees tú que es el nuevo orden mundial en las empresas?

Y yo, con toda serenidad y seguridad, le respondí: 

—Va a llegar el momento en que las personas van a dejar de atacar y violentar la vida de otras. En las empresas, se van a romper las jerarquías de poder que, en nombre de estas, cometen el error de irrespetar la vida del compañero (llamado colaborador o empleado), por la creencia de que está comprado para hacer lo que se le asigna, de que ocurren el trueque de los haceres en la producción de trabajo y la exigencia de los logros por el desempeño contratado. 

»Dejarán de recomprarse los comportamientos típicos, que emancipan al líder como el que hace que sus seguidores produzcan lo que se les asigna en indicadores cuantitativos, de los que se espera que sean ejecutados, solo porque así lo establecen las estrategias, los objetivos y las metas. 

—Y va a prevalecer la capacidad de facilitar los acuerdos ecológicos, partiendo de las posibilidades, los propósitos claros, la generación de ideas y la entrega del potencial humano al propósito superior que le produce esa labor. Cada persona estará dispuesta a dar lo mejor de sí, para que todos los grupos celebren la construcción de la mejor vida para todos.

—Pero, mi estimada… —suspiré—: esto es un proceso; no es un decreto, porque se van a ir produciendo cambios cortos, sostenibles y profundos. La pandemia trajo un propósito y, para mí, ese propósito es que veamos al ser humano como hermano y le demos valor a la vida. Para que esto se dé, vamos a tener que empezar a hacer una transformación desde lo espiritual.

—Humanizar, humanizar, humanizar es el mantra que me llega a mi mente y a mi corazón; mi intuición me lo confirma…

MarielaPT