La ignorancia del inversor institucional

La ignorancia cuando asume el poder en una sociedad, destruye la dinámica de creación, proactividad y desarrollo de un negocio. Este es el caso típico de inversores institucionales que controlan mayorías reforzadas en un consejo de administración pero escogen representantes sin ninguna experiencia en el desarrollo de negocios de empresas de base tecnológica. Dirigen sus acciones con prepotencia, dejan además sin representación a su propio fondo, se rigen por un Excel cuando la dinámica de la invertida es completamente cambiante. Son consejeros que prefieren desestimar su inversión y las de todos los demás, porque no es su dinero, no es su esfuerzo y están muy ocupados para aportar siquiera un bit de conocimiento y capacidad. 

Es necesario que los emprendedores, sus asesores legales y los representantes de socios inversores pequeños entiendan, que es necesario prevenir estas consecuencias al negociar el pacto de socios para que su principal inversor y promotor, si decide ir en contra de su invertida, no pueda destruir el trabajo y viabilidad de la empresa que tenga una salida viable y un beneficio para el país. Sus acciones validadas por su posición de mayoría reforzadas, va en contra de su propio fondo, de los dineros públicos invertidos, del desarrollo económico y del esfuerzo emprendedor.

La ignorancia de estos “ejecutivos de alto nivel” combinada por su incapacidad para hacer algo más allá que un reporte a su comité de inversiones, les queda muy fácil desprestigiar a la invertida para preparar el camino de su liquidación. Los inversores pequeños por el respeto y cuidado a las posibles acciones que pueda asumir el inversor institucional, prefieren quedarse callados y perder su dinero. Los emprendedores quedan solos en su empeño por salir adelante. Destruida la razón de ser, se empeñan por evitar que la sociedad resurja para evitar su perdida de prestigio. Sin embargo, hay plantas que florecen en el desierto de la ignorancia, la imprudencia, la prepotencia y la indiferencia de nuestro propio esfuerzo.