La igualdad de género en el trabajo, un reto pendiente para la empresa
Hace unos días la prensa destacaba la protesta de miles de ciudadanas islandesas que habían llenado las calles de Reikiavik para protestar contra la discriminación salarial que soportan en sus trabajos. Según las estadísticas, los sueldos de las mujeres en Islandia son un 14% menores que en el caso de los hombres, lo que significa, a partir de las 14:38, ellas trabajan gratis.
No se trata de una circunstancia excepcional. Las situaciones de desigualdad en el trabajo son, más bien, reiteradas. En el conjunto de la Unión Europea, la diferencia salarial entre sexos está por encima del 15%, mientras que la presencia femenina en los Consejos de Administración de las empresas del Ibex 35 es solo del 19,38%, algo más de un punto por debajo de la media europea.
El interés de las empresas por resolver las situaciones de discriminación por razón de género va a más
El interés de las empresas por corregir estas situaciones es cada vez más notable. A veces, por imperativo legal –en España la ley obliga a implementar planes de igualdad a las compañías con un mínimo de 200 trabajadores-, pero en la mayoría de casos por convicción. Por suerte, desde Homuork tenemos la oportunidad de dar respuesta a esta demanda.
Desde que creamos Homuork, uno de los objetivos que nos marcamos fue generar contenidos educativos que impactaran socialmente en las empresas, haciendo especial hincapié en las igualdad de género. Con HomuorkLab, lo estamos consiguiendo. Hace unos meses lanzamos el curso ‘Igualdad de Género en la Empresa’ y en las próximas semanas tendremos listo un nuevo programa sobre ‘Mujeres y Liderazgo’.
Estos cursos son una forma didáctica y atractiva para descubrir qué situaciones de discriminación de género encontramos habitualmente en el contexto laboral –desde las obvias hasta las más sutiles-, prácticas ejemplares que han puesto en marcha multinacionales como Nestlé y datos sobre el impacto positivo que tiene la aplicación de estas estrategias en entornos corporativos.
A nivel personal, trabajar en estos proyectos me ha permitido conocer a referentes sobre el tema, como la consultora de la Organización Mundial del Trabajo, Katherine Gilchrist, o la especialista, Mar Gaya. El posicionamiento logrado con Homuork en cuestiones de igualdad de género y empoderamiento femenino ha facilitado mi entrada en instituciones a las que seguía con interés desde hace tiempo, como Lean In Barcelona. Desde septiembre, estoy implicada en la expansión de este grupo de profesionales por el intercambio de experiencias y networking sobre temas de género y liderazgo femenino.
El proyecto de Lean In encaja a la perfección con lo que tratamos desde Homuork, que es hacer uso de la formación como medio para acabar con las situaciones de discriminación por cuestión de género en el trabajo. Hasta el momento, contamos con círculos de discusión en más de 10 ciudades entre las cuales están Bilbao, Madrid y Barcelona, y confiamos en tener muchos más en el futuro.
En Homuork creemos en la formación como medio para acabar con la desigualdad de género en la empresa.
La razón de ser de Homuork es dar respuesta a las necesidades en formación que reclaman las compañías y lo hacemos con proyectos con trasfondo social en los que creemos, para un cambio sostenible y de impacto.