La Importancia de la gestión de las emociones en nuestras vidas
Por: Alejandra Chevez
Cuando estamos envueltos en una crisis tenemos poco espacio para la reflexión y para esa claridad mental que se requiere para tomar buenas decisiones, ya que cuando surge la adversidad crece el sentimiento del miedo, lo cual es absolutamente normal y esperable, ya que las emociones están ligadas a cualquier cosa que nos ocurra en nuestras vidas.
Las emociones no son buenas o malas, son fundamentales para nuestro proceso adaptativo, nos permiten analizar y resolver los momentos de nuestra vida y lo que queremos hacer. Hablamos mucho de emociones y damos mucha importancia a detectar la emoción que sentimos, a ponerle un nombre y también a saber expresarla, quizá porque pensamos que ese es el modo mejor de gestionarla. Pocas veces nos damos cuenta de que la emoción es un ciclo. Es decir, cada emoción tiene un comienzo y un final. La finalidad de ese ciclo es satisfacer nuestras necesidades.
Quizá el problema resida en que cuando una emoción no tiene salida, es decir una emoción que se ha iniciado en nosotros no completa su ciclo, y por tanto no se satisface la necesidad que esa emoción detecta. En este caso la emoción se almacena en nuestro cuerpo y se queda ahí para esperar que esa emoción sea satisfecha. Lo vemos reflejados en los nervios de nuestro estómago, nuestra sensación de falta de aire ante un problema, el corazón que late aceleradamente, son indicativos de sensaciones que detectan almacenaje de las emociones no resueltas. Es decir, tenemos emociones esperando recibir una respuesta y seguirán esperando mientras su necesidad no sea satisfecha.
Las emociones se gestionan haciéndolas recorrer de un modo natural, eso implica que tengas conciencia que hay situaciones que están bajo nuestro control poderlas resolver y otras no, es necesario mirar hacia nuestro interior y no solo nombrar la emoción sino también sentirla y determinar donde la siento, aceptarla y reconocerla y pasar a la siguiente emoción que te lleve a la acción al contacto y logres con éxito salir de la situación.
La gestión emocional es para todos. Es algo completamente necesario. No importa qué tipo de personalidad tengas, recibirás una ayuda notoria en tu vida si la practicas. Ahora, no se trata de no tener días malos, sino de aprender la lección rápidamente y adquirir la motivación de continuar. Se trata de aumentar nuestra tolerancia a situaciones incómodas, a no derrumbarnos por meses sino por días o incluso horas, a pensar con claridad… a vivir en paz con nosotros mismos y los demás.