La importancia de las personas en una transformación digital

Muchas personas confunden transformación digital con implementación tecnológica y si bien una parte del proceso de TD es implementar tecnología, lo más importante en realidad, es transformar el mindset de las personas y por lo tanto la cultura de la compañía.

Hace 20 años que transito diferentes ámbitos del mundo tecnológico, desde multinacionales, a tener mis propias startups y a ayudar a emprendedores y dueños de Pymes a transformar sus negocios. En todo este tiempo llegué a la conclusión de que es virtualmente IMPOSIBLE transformar a una compañía al mundo digital sin transformar a las personas.

Si queremos entrar al siglo XXI uno de los primeros pasos que necesitamos dar es comprender que el modelo de liderazgo cambió, hoy ya no se necesitan líderes ni jefes. Se necesitan facilitadores que confíen en sus equipos y los empoderen. Se necesita una cultura abierta al fracaso y al aprendizaje, a la experimentación constante. Equipos que se autogestionen (gracias a los facilitadores) y que por medio de metodologías ágiles de trabajo se optimicen los procesos y tiempos para no solo dar una mejor respuesta a clientes interno y externos sino también poder competir con startups que están disrumpiendo la forma tradicional de hacer negocios.

En un proceso de cambio cultural con un cliente a principios de este año le pedí a uno de los dueños de la empresa si podía definirme su propósito personal, o sea, por qué y para qué hacía lo que hacía. Luego de varios segundos su mirada cambió por completo y pasó de la duda al enojo y me cuestionó que mi rol ahí no era meterme en asuntos de su vida personal sino ayudarlo con la empresa. Si algo aprendí en mi profesión como Coach es a respetar la emocionalidad del otro y no tomarme nada de forma personal. Claramente había dado en el clavo, había algo ahí que le molestaba.

Después charlar un rato y darle ejemplos de cómo su vida personal impacta en sus negocios y viceversa aproveche para sacarlo de esa emocionalidad y pedirle que me indicara cuales eran las prioridades en su vida. Comenzó poniendo a su mujer primero, luego a sus hijos, deporte, viajes, etc… y (e increíblemente) puso al trabajo en último lugar. Luego le pedí que me dijera como estaba utilizando su tiempo y como imaginé el 90% del tiempo lo dedicaba al trabajo y el 10% restante a todos sus temas personales. Cuando vió esto fue como si una yunta de bueyes lo pasara por encima.

En esta empresa todo pasaba por sus dueños, nadie tomaba una decisión sin consultarla con ellos, nadie se animaba a probar cosas nuevas por miedo al castigo, el modelo de liderazgo era un modelo autoritario y con 0 tolerancia al error. Esto llevaba a que sus dueños no pudieran dedicar nada de tiempo a su vida personal debido a que el control que ejercían en su compañía requería de toda su energía.

Cambiar el modelo de liderazgo, implementar metodologías de trabajo ágiles, repensar el modelo de negocio, etc… requiere de transformar la cultura de la compañía y por lo tanto el mindset de sus directivos para luego poder transformar al resto de la empresa y asi poder valernos de la tecnología necesaria que nos ayude a optimizar, automatizar y agilizar procesos.

Hacer negocios en el siglo XXI requiere una transformación de las empresas, pero para que las mismas se transformen primero es necesario transformar la gente que la compone.

Este artículo fue publicado también en Somos Pyme