La importancia de leer las instrucciones.
Repasando algunos artículos en la red esta semana, me apareció una encuesta que busca analizar si las personas leen las instrucciones de un producto previo a su uso, incluso de aquellos que requieren acción del adquirente para su ensamblaje previo a su utilización. Me pareció interesante participar para conocer el resultado, el cual, al momento de emitir mi voto, favorecía en más de un 65% a los que no leen las instrucciones del todo.
Meditando un poco sobre las enseñanzas de este año laboral y analizando los temas que enfrentamos como departamento, las consultas evacuadas, los despidos en que asesoramos y en especial, los litigios que defendimos, es palpable que no existe claridad, comprensión y entendimiento de las normas internas (políticas) o procesos que forman parte de las obligaciones contractuales inherentes a toda relación laboral.
Es lamentable ver como muchas de las acciones u omisiones que implican sanciones laborales tienen directa relación con el no cumplimiento de procedimiento o una política en particular.
Podemos entender (no justificar) el poco conocimiento de las leyes laborales, en especial cuando muchas de sus normas han sido interpretadas por Juzgados de Trabajo, interpretación que tampoco es necesariamente de conocimiento público.
El tema de la instrucción en normativa laboral tiene una sencilla solución, que es incorporarla en los sistemas de educación básica. Un simple curso de normativa laboral de un semestre daría al menos a la población una mucha mejor formación que la actual, educando tanto a los futuros trabajadores como a los futuros empleadores de las obligaciones y derechos de cada parte de la relación laboral.
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Pero volviendo a la tierra. El no conocer las políticas internas de la organización en la que se trabaja genera más conflictos de los “necesarios”. Hablamos de temas básicos, tales como el debido proceso para el manejo de una cuenta de gastos o viáticos; la obligación que tiene el trabajador en modalidad flexible de presentarse al centro de trabajo cuando la empresa lo solicita, o de reportar problemas en el sistema, o con el internet; el debido uso de una tarjeta de crédito corporativa; el uso de dispositivos de seguridad, ver contenido pornográfico en los equipos de la empresa; en fin, la lista podría ser interminable.
Soy testigo del esfuerzo de los entes patronales en capacitar sobre los procesos que debe de implementar la persona trabajadora para la debida ejecución del puesto de trabajo, así como el dar a conocer las políticas de la organización que contienen las respuestas y acciones a seguir o evitar ante diferentes situaciones que puede enfrentar el trabajador en el cumplimiento del cargo. Y, sin embargo, vemos como cada día parece aumentar la cantidad de sanciones (despidos incluidos) por su no cumplimiento.
Justificaciones puede haber muchas. Siempre las hay. Pero eso no necesariamente cambia el resultado. Se dan en la práctica muchas sanciones por falta de lectura y asimilación de las políticas laborales.
Luego de ver el resultado de la encuesta, no cabe la menor duda que mucho de esa falta de lectura puede ser un área (otra) de la sociedad que debe de mejorarse como parte del sistema educativo, sin embargo, mientras eso sucede (no perdamos la esperanza), por favor, en caso de duda, mejor siempre “lea las instrucciones.”
¡Felices fiestas!
Máster en Psicología Industrial. Especialista en Talento Humano.
2 añosExcelente mi estimado, procedo a compartir