La importancia del Compliance: Clave para la sostenibilidad empresarial
La palabra “compliance” resuena durante los últimos años en todas las industrias. Es común escucharla luego de que ocurre un evento en el cual hay una afectación a personas y se encuentra una empresa detrás. Muchas veces la conclusión de un escandalo corporativo se puede rastrear a un programa de compliance ineficiente o inexistente.
Ahora bien, qué significa este anglicismo tan presente, sencillamente se refiere a un control holístico que resalta las áreas en las cuales se encuentran riesgos para que la empresa sea sujeta a responsabilidad. Este control inicia con un diagnóstico de las buenas prácticas y de las áreas que requieren mejora. De esta manera se crea un mapa de calor que clasifica las situaciones según su gravedad y la prioridad de atención. Sobre la base del diagnóstico se hace un plan de acción basado en la prevención y mitigación, el cual sugiere cambios puntuales en cuanto a las políticas internas y la gobernanza. Finalmente, se crea un modelo de implementación con métricas de resultados y un proceso de seguimiento y mejora.
Históricamente las compañías se creaban como personas ficticias para servir como un velo de protección a los individuos que se encontraban detrás, creándose el principio de que las empresas o personas jurídicas como tal no podían ser responsables. Con el transcurso del tiempo y la incremental interrelación entre la industria, su entorno y las personas que lo conforman evolucionó el derecho para admitir la posibilidad de que le empresa, a través de sus directivos u otros colaboradores, pueda ejecutar acciones en su beneficio que causaran un posible daño. Esta posibilidad se plasmó en doctrina y jurisprudencia, llegando a reflejarse en legislación para establecer imputabilidad a la compañía. De manera lógica, como es común en los casos de responsabilidad y sanción, surgieron elementos para admitir atenuantes o eximentes.
La evolución llegó a conformar estándares internacionales dentro de los cuales se encuentra cuáles son las prácticas para que se considere que una compañía tiene un programa de compliance óptimo. Desde una óptica de ventajas competitivas y valor agregado, el hacer compliance de forma correcta logra:
En resumen, el tener un programa de compliance es simplemente un buen negocio.