LA IMPORTANCIA DEL COMPLIANCE

El desarrollo de una empresa está determinado principalmente por los métodos definidos para lograr su objetivo principal. Es bien importante anotar, que, en el siglo XXI, la forma en que se logren estos objetivos, legitima de una manera importante el producto o servicio que ve la luz y se ofrece al público.

Teniendo en cuenta esto, se puede extrapolar, que la forma de hacer las cosas es tan importante como lo que se ha hecho, y por esta razón el mercado actual, requiere una serie de prácticas que estén enfocadas un producto bien hecho con un alto valor agregado por su legitimidad.

El Compliance entra a jugar de una forma definitiva en este aspecto, ya que es una forma de favorecer el cumplimiento más allá de la norma, y garantiza que los procesos y procedimientos de fabricación de un producto o servicio, estén enmarcados no solo en lo que dice la ley del país en el que se hace o promociona, sino que también se ajusta a una serie de normas voluntarias que el empresario define como propias y que están inmersas en su política empresarial.

Es aquí, donde cobra especial relevancia la autorregulación y la ética empresarial, ya que estos determinan para el cliente, un entorno de empatía con el producto o servicio ofertado, el cual busca unas buenas prácticas para su elaboración, buscando al largo plazo la humanización del mercado.

El Compliance está principalmente enfocado en la actualidad a combatir de forma preventiva prácticas delictivas como el cohecho, el financiamiento de terrorismo, el lavado de activos, la administración desleal, y los delitos contra el medio ambiente entre otros, pero como se ha determinado al inicio, el Compliance en su esencia, busca el cumplimiento más allá de la norma, lo cual en principio establece una cultura de integridad y ética empresarial, con una efectiva prevención de daños, ilícitos, e incumplimientos.

El Compliance es un traje a la medida, en donde el mapa de riesgos, debe hacerse para cada caso particular, y por esta razón es tan importante el rol del Compliance Officer, un agente protagonista, que desarrollará los principios del cumplimiento al interior de la organización, haciendo uso de la norma legal, los códigos sectoriales, y el código de ética inmerso en las políticas de cada organización.

Establecer el Compliance en cada empresa, garantiza al consumidor individual o corporativo contemporáneo, que el producto o servicio que adquiere, está elaborado con unos estándares de calidad altos, y con unos estándares éticos que lo diferencian y posicionan en un lugar muy superior al de su competencia. Este Consumidor que viene en alza, ya consume de una forma ética y responsable, y su efecto se empieza a evidenciar en los boicots que se han desarrollado a empresas que cometían atropellos éticos y flexibilizaban el uso de ley, para maximizar sus ganancias, con contrataciones precarias o contravenciones contra el medio ambiente en países en vías de desarrollo.

Hoy la dinámica está determinada por dar paso a las organizaciones elegidas por este nuevo consumidor, consciente del mundo en el que está inmerso, con un código ético firme, que anhela el bien que va más allá de la ley y que muy seguramente consume productos que garanticen ese mismo espíritu.